Opinión, por Enrique Riobóo
Los insultos NO deberían ser nunca noticia. Los medios de comunicación tenemos bastante culpa del mal ambiente que se crea en la política local. De nuevo las fuertes descalificaciones e insultos entre PP y ULEG, entre el alcalde y el concejal portavoz de ULEG, pretenden ser noticia. Así se taparían otras vergüenzas.
Los medios de comunicación también somos corresponsables, por acción u omisión, del ambiente irrespirable que surge en la política local. Cuando la argumentación falla, aparecen las descalificaciones fáciles, los improperios, los insultos entre políticos. Los medios de comunicación caemos en la trampa y los hacemos noticia: Nunca debieran serlo.
Un insulto NO puede ser noticia por mucho que insultador e insultado se empeñen. Quienes gobiernan tienen un plus de responsabilidad en la creación de un clima amable. Incluso si el gobernante se comporta como un auténtico Kamikaze y ejerce el poder como un canalla, sus insultos o victimismo (que también lo hay) NO debiera ser noticia.
Lamento que para muchos compañeros, todo lo que diga tal o cual partido sea noticia. Saben nuestros lectores que DLEGANÉS es prensa independiente (boicoteada por el alcalde) y NO publica aquello que NO considera noticia. Siempre lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo.
Un dato para la reflexión de nuestros lectores: La pasada legislatura recibíamos todo tipo de insultos desde el Ayuntamiento, por parte del equipo del alcalde anterior. Esta legislatura ocurre lo mismo por parte del equipo del nuevo alcalde. Seguimos informando... desde el mismo sitio. Cerca de los vecinos, de todos los vecinos.
¡Qué daño hace el palmerismo en la política!
Los insultos NO deberían ser nunca noticia. Los medios de comunicación tenemos bastante culpa del mal ambiente que se crea en la política local. De nuevo las fuertes descalificaciones e insultos entre PP y ULEG, entre el alcalde y el concejal portavoz de ULEG, pretenden ser noticia. Así se taparían otras vergüenzas.
Los medios de comunicación también somos corresponsables, por acción u omisión, del ambiente irrespirable que surge en la política local. Cuando la argumentación falla, aparecen las descalificaciones fáciles, los improperios, los insultos entre políticos. Los medios de comunicación caemos en la trampa y los hacemos noticia: Nunca debieran serlo.
Un insulto NO puede ser noticia por mucho que insultador e insultado se empeñen. Quienes gobiernan tienen un plus de responsabilidad en la creación de un clima amable. Incluso si el gobernante se comporta como un auténtico Kamikaze y ejerce el poder como un canalla, sus insultos o victimismo (que también lo hay) NO debiera ser noticia.
Lamento que para muchos compañeros, todo lo que diga tal o cual partido sea noticia. Saben nuestros lectores que DLEGANÉS es prensa independiente (boicoteada por el alcalde) y NO publica aquello que NO considera noticia. Siempre lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo.
Un dato para la reflexión de nuestros lectores: La pasada legislatura recibíamos todo tipo de insultos desde el Ayuntamiento, por parte del equipo del alcalde anterior. Esta legislatura ocurre lo mismo por parte del equipo del nuevo alcalde. Seguimos informando... desde el mismo sitio. Cerca de los vecinos, de todos los vecinos.
¡Qué daño hace el palmerismo en la política!
Comentarios
Pero hay que tener en cuenta que la percepción de injuria a veces es acomodaticia. Me refiero a que las "verdades del barquero" a veces son percibidas como ofensas y las reacciones se convierten en evitaciones. Con demasiada frecuencia el ladrón se ofende cuando le llaman "ladrón", la fea cuando le dicen "fea" y el que agrede se emplea mucho más cuando le llaman "agresivo".
Me parece bien seguir una línea de lenguaje correcto y comunicación veraz, pero estamos en tiempos de llamar a cada uno por su nombre y adjetivar con veracidad. Si cambiamos de sinónimo y ablandamos el verbo podemos encontrarnos multiasesinos diciendo que no han matado sino ejecutado y cumplido su misión. Y gobernantes despreciables diciendo que tales sujetos merecen el perdón y el disfrute de la famosa tarifa plana de asesinatos española.
Sí a la cortesía, no al cambio de nombre y de verbo a la realidad, para intentar camuflarla.
¿será político o vivirá del cuento... público?
Las injurias pueden ser leves o graves y se consideran, respectivamente, falta o delito. En el caso de la denuncia presentada por el alcalde, la juez ha abierto diligencias previas por entender que existen indicios de delito a la vista de los documentos que ha aportado el denunciante.
A primera vista, no parece que el recorrido de esta denuncia vaya a ser el mismo que el de las injurias a la asesora del PP, que desde el principio fueron consideradas como una falta.
Menuda cutre cortina de humo que se le va a volver en contra del alcalde
Lo del primer comentario de esta señora es increíble. Debe ser que en esta ciudad cuando a uno le condenan por injuriar a alguien, la culpa es del otro por ponerse en medio de las injurias.
Señora, desde el respeto más absoluto a la libertad de expresión, he decirle que la veracidad no tiene nada que ver con el respeto. Usted, que no es el caso supongo, puede ser gilipollas integral; pero si yo le digo por aquí que usted es una gilipollas integral la estaría insultando y usted estaría en su derecho de denunciarme. Le repito que no es el caso, no la insulto, sólo le pongo un ejemplo.
Todos sabemos que la justicia está muy mal, que solo una parte esté condenada no quiere decir nada. Son los privilegios de ser alcalde, igual que entrar por el garaje en el juzgado ¿le dejan a cualquier ciudadano?
Los vecinos estamos hartos de esta política de insultos. No solucionada nada, solo viene bien al poder para que no se hable de la crisis y mala gestión que hacen.
O sea, ya no existen esos lugares que no vivimos ni vimos.
No, anónimo, no vale todo, especialmente lo que no se argumenta.
Sí a la cortesía, no al cambio de nombre y de verbo a la realidad porque esa mezquindad propia de cobardes sólo se hace para camuflarla.
Tras una larga marcha, el tropel de niños nepotes ha conseguido su objetivo, vampirizar el Psoe local.
Pero no ha sido una pelea limpia, el censo manipulado, la mentira, y la traición han sido sus arteras armas.
En mala hora llegaron, a comienzos de los 90, con una mano adelante y otra detrás estos elementos, supuestos jóvenes, viejos prematuros, de socialismo nada, suciatas a lo sumo.
Engañaron, mintieron, traicionaron…
Y al final ganaron, por poco, pero ganaron.
No durará mucho.
Por un lado la sociedad léase podemitas y uleguianos barrerá a este engendro sociata.
Encima liderado por el más tonto de la clase, el gordo Santi Nepote.
Y además, los socialistas puros nos hemos conjurado para echarlos, no importa que haya que esperar algún tiempo.
Al final echaremos a estos usurpadores.
Ahora bien lo de que lleguemos a ver al gordo trabajar, difícil, difícil………
Ruf.