- El único tratamiento que se realiza es “intentar reducir el número de vaciados”, asegura en una respuesta al PP el concejal de Servicios de la Ciudad, Miguel Fernández Gil
- El gobierno de PSOE e IU defiende este derroche argumentando que “no es obligatorio la existencia de ningún sistema de depuración”
"La “sostenibilidad medioambiental” de la que tanto presume el bipartito de PSOE e IU se respeta en función de lo que interesa o no al equipo de desgobierno de Leganés", afirman en el Partido Popular. Así, mientras se escudan en motivos de esta índole para adjudicar obras del Plan E a empresas que son más caras y crean menos empleo que otras que se han presentado al concurso, a la hora de derrochar cientos de miles de litros de agua aseguran que, como no es obligatorio tener depuradoras, no pasa nada.
Así, el concejal de Servicios de la Ciudad, Miguel Fernández, del PSOE, no tiene el más mínimo reparo al asegurar por escrito, a preguntas del Grupo del PP, que “el único tratamiento que se realiza –en las 74 fuentes ornamentales de Leganés— tiene como objeto mantener la calidad del agua en condiciones aceptables y reducir así el número de vaciados para la limpieza y reposición del agua del vaso”. Agua que sale directamente de las bocas de riego y que se arroja al alcantarillado público unos días después. O, lo que es lo mismo, cientos de miles de litros por cuyo uso paga el Ayuntamiento, es decir, pagan los vecinos de Leganés con sus impuestos (esos que han subido este año un 4,5 por ciento), se despilfarran sin ningún pudor, desde hace muchos años, cuando, con un sencillo sistema de pequeñas depuradoras en cada una de las fuentes sería suficiente para mantener el mismo líquido durante meses.
El concejal del Partido Popular Diego Alhambra, que fue el que formuló la pregunta, califica esta situación de “auténtico disparate, en una ciudad que presume de su política medioambiental pese a que ésta es prácticamente inexistente, con ejemplos como este derroche de agua de las fuentes. Seguro que el bipartito de PSOE e IU se defenderá diciendo que instalar una pequeña depuradora en cada uno de los vasos es muy caro, mientras se gasta, por ejemplo, cerca de cuatro millones de euros al año en Legacom. Es evidente que la propaganda y la política del “amigotazo” es mucho más rentable para el alcalde y sus concejales que el ahorro de agua, de energía o de recursos municipales”.
- El gobierno de PSOE e IU defiende este derroche argumentando que “no es obligatorio la existencia de ningún sistema de depuración”
"La “sostenibilidad medioambiental” de la que tanto presume el bipartito de PSOE e IU se respeta en función de lo que interesa o no al equipo de desgobierno de Leganés", afirman en el Partido Popular. Así, mientras se escudan en motivos de esta índole para adjudicar obras del Plan E a empresas que son más caras y crean menos empleo que otras que se han presentado al concurso, a la hora de derrochar cientos de miles de litros de agua aseguran que, como no es obligatorio tener depuradoras, no pasa nada.
Así, el concejal de Servicios de la Ciudad, Miguel Fernández, del PSOE, no tiene el más mínimo reparo al asegurar por escrito, a preguntas del Grupo del PP, que “el único tratamiento que se realiza –en las 74 fuentes ornamentales de Leganés— tiene como objeto mantener la calidad del agua en condiciones aceptables y reducir así el número de vaciados para la limpieza y reposición del agua del vaso”. Agua que sale directamente de las bocas de riego y que se arroja al alcantarillado público unos días después. O, lo que es lo mismo, cientos de miles de litros por cuyo uso paga el Ayuntamiento, es decir, pagan los vecinos de Leganés con sus impuestos (esos que han subido este año un 4,5 por ciento), se despilfarran sin ningún pudor, desde hace muchos años, cuando, con un sencillo sistema de pequeñas depuradoras en cada una de las fuentes sería suficiente para mantener el mismo líquido durante meses.
El concejal del Partido Popular Diego Alhambra, que fue el que formuló la pregunta, califica esta situación de “auténtico disparate, en una ciudad que presume de su política medioambiental pese a que ésta es prácticamente inexistente, con ejemplos como este derroche de agua de las fuentes. Seguro que el bipartito de PSOE e IU se defenderá diciendo que instalar una pequeña depuradora en cada uno de los vasos es muy caro, mientras se gasta, por ejemplo, cerca de cuatro millones de euros al año en Legacom. Es evidente que la propaganda y la política del “amigotazo” es mucho más rentable para el alcalde y sus concejales que el ahorro de agua, de energía o de recursos municipales”.
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¿Con qué argumentos van a convencer a los ciudadanos para que ahorren agua o reciclen?