Tal y como recuerda su portavoz, Fran Muñoz, “la propuesta de subvención ni forma parte de los acuerdos de Gobierno, ni ha sido debatida por el Equipo de Gobierno”.
El Grupo Municipal de Más Madrid-Leganemos, con dos concejales en el Gobierno del Ayuntamiento de Leganés, no apoyará la propuesta para subvencionar con 500.000 euros a la iglesia de El Salvador que previsiblemente se debatirá en el próximo Pleno.
Desde Más Madrid-Leganemos siempre se ha defendido que el Ayuntamiento no puede hacerse cargo del mantenimiento de un patrimonio que no es suyo y cuya propietaria, la iglesia católica, ya recibe subvenciones para el mantenimiento y restauración de sus edificios.
Creemos que en este momento, en el que estamos trabajando en los presupuestos de 2020, nuestra obligación como Gobierno es fijarnos en las necesidades de inversiones e infraestructuras que tiene nuestra ciudad y nuestro patrimonio público, que es dónde elAyuntamiento tiene competencias y la obligación de actuar.
El portavoz de Más Madrid-Leganemos, y Concejal de Desarrollo Local y Empleo, Festejos, Sostenibilidad y Movilidad, Fran Muñoz, declara que “nos ha sorprendido la propuesta ya que esta subvención ni forma parte de los acuerdos de Gobierno, ni ha sido debatida por el Equipo de Gobierno, algo que consideramos imprescindible puesto que este tema ya salió en la pasada legislatura y nuestra posición al respecto fue clara, desde el máximo respeto a las creencias de todas las personas, consideramos que no es el Ayuntamiento quien debe hacerse cargo de estas obras”.
El Grupo Municipal de Más Madrid-Leganemos, con dos concejales en el Gobierno del Ayuntamiento de Leganés, no apoyará la propuesta para subvencionar con 500.000 euros a la iglesia de El Salvador que previsiblemente se debatirá en el próximo Pleno.
Desde Más Madrid-Leganemos siempre se ha defendido que el Ayuntamiento no puede hacerse cargo del mantenimiento de un patrimonio que no es suyo y cuya propietaria, la iglesia católica, ya recibe subvenciones para el mantenimiento y restauración de sus edificios.
Creemos que en este momento, en el que estamos trabajando en los presupuestos de 2020, nuestra obligación como Gobierno es fijarnos en las necesidades de inversiones e infraestructuras que tiene nuestra ciudad y nuestro patrimonio público, que es dónde elAyuntamiento tiene competencias y la obligación de actuar.
El portavoz de Más Madrid-Leganemos, y Concejal de Desarrollo Local y Empleo, Festejos, Sostenibilidad y Movilidad, Fran Muñoz, declara que “nos ha sorprendido la propuesta ya que esta subvención ni forma parte de los acuerdos de Gobierno, ni ha sido debatida por el Equipo de Gobierno, algo que consideramos imprescindible puesto que este tema ya salió en la pasada legislatura y nuestra posición al respecto fue clara, desde el máximo respeto a las creencias de todas las personas, consideramos que no es el Ayuntamiento quien debe hacerse cargo de estas obras”.
Comentarios
Esta iglesia, además del servicio religioso que presta a un número importante de vecinos, es arte, cultura e historia, valores a considerar por cualquier ciudadano mínimamente culto; por todo lo que representa, merece que el Ayuntamiento contribuya a su conservación.
Ni iglesias ni mezquitas, legaMENOS. Que cada uno se pague su creencia.
Mientras tanto Leganés es un estercolero. Pero no hay problema: tenemos un equipo de futbol de primera...jajaja
Personalmente, ante la destrucción del patrimonio artístico solamente priorizaría la vida de las personas, pues nuestra relación con la cultura y la historia nos constituye individual y colectivamente y, desde luego, es vergonzosa la ignorancia de los que dicen que antes que evitar la ruina de la iglesia de El Salvador está el pago de las subvenciones a los ascensores. En este caso, hay dinero para todo, pero el caso es inventarse prioridades y necesidades para oponerse.
La alegación de la titularidad privada para que las administraciones públicas no colaboren en la conservación de los bienes artísticos en manos de la Iglesia también es una pobre excusa. Sean bienes públicos o privados, están al servicio y disfrute de la colectividad, y lo que importa es su conservación para que igual que llegaron a nosotros, puedan llegar a las generaciones futuras. La mezquita de Córdoba, cuya titularidad se discute actualmente, ha estado en manos de la Iglesia siempre y la disfrutamos todos, creyentes o no. Si, como ocurrió con otros bienes eclesiásticos, hubiera pasado a ser del Estado con la desamortización de los bienes de la Iglesia en el siglo XIX, quizá habría corrido la misma suerte que muchos edificios religiosos de gran valor artístico e histórico cuya conservación el Estado abandonó y se arruinaron totalmente.
En Francia, estado laico en el que muchos se miran, cuando se acordó la separación de la Iglesia y Estado, las grandes catedrales pasaron a ser propiedad del Estado francés, pero la Iglesia Católica siguió utilizándolas como en España, pues la religión católica se considera parte de la tradición y cultura francesas, que han de respetarse y preservarse. Tenemos reciente el incendio de Notre Dame, cuando uno de los primeros que puso dinero para su restauración fue el Ayuntamiento de París.
Paradójicamente, en un estado laico como Francia, la conservación de los templos corre a cargo del Estado, sin los debates estériles en los que nos enzarzamos aquí.
En particular estoy harta de que señores que sólo chupan del presupuesto y de mi sangre decidan qué se hace o qué no se hace con los recursos que vienen de todo el mundo menos de ellos.
La verdadera revolución se acerca, es esa en la que los donantes, actuales o pensionistas contributivos durante su vida activa, tomemos las riendas y decidamos qué se tiene que dar a los receptores y si se lo merecen o se han vuelto receptores por pura insolidaridad.
No podemos tolerar más confiscaciones y no podemos tolerar que los capitanes de la legión de receptores nos digan a los donantes qué tenemos que pagarles para que no nos contagien las garrapatas.