El Hospital Universitario Severo Ochoa ha ampliado su cartera de servicios con la apertura de una Unidad de Rehabilitación Cardíaca de carácter multidisciplinar dirigida a la recuperación y rehabilitación de pacientes que presentan cardiopatía isquémica, así como insuficiencia cardíaca.
La nueva Unidad, ubicada en la Planta Baja del centro, está integrada por un equipo de cardiólogos, médicos rehabilitadores, fisioterapeutas, Enfermería especializada en Cardiología, Nutrición y Endocrinología y profesionales de Psicología.
Lleva a cabo un programa de rehabilitación cardíaca integral que implica la evaluación médica, la prescripción de ejercicio físico, la modificación de los factores de riesgo cardíaco y la educación y asesoramiento en hábitos de vida.
Este programa, de 2 meses de duración aproximada, está diseñado para limitar los efectos fisiológicos y psicológicos de la enfermedad cardíaca, reducir el riesgo de muerte súbita o reinfarto, controlar los síntomas cardíacos, estabilizar o revertir el proceso ateroesclerótico y mejorar la situación psicosocial y profesional de los pacientes.
Cambio de hábitos de vida Una vez seleccionados los pacientes por criterio clínico, acuden a la consulta de Cardiología en la que se establece su riesgo y se administra el tratamiento más adecuado. Posteriormente, participan en sesiones individuales de educación sanitaria con profesionales de Enfermería para identificar los hábitos de vida perjudiciales e implantar medidas correctoras, que se reevalúan de forma periódica.
Esta labor se complementa con sesiones de entrenamiento físico supervisado por los fisioterapeutas en la Unidad, que cuenta con gimnasio equipado con cinco bicicletas y una cinta continua para correr, así como sesiones en el domicilio del paciente.
Los pacientes acuden además durante estos meses a una serie de charlas grupales en las que diferentes especialistas exponen temas de interés para su tratamiento, como el manejo del estrés y la ansiedad asociados a estas patologías. Según los estudios científicos, los pacientes sometidos a un programa integral y multidisciplinar de rehabilitación cardíaca tienen una mayor esperanza de vida y una mejor calidad de vida percibida.
Se benefician de una mejoría funcional y psicológica clara, logran un mejor control de sus factores de riesgo cardiovascular y una mejoría de su actividad sexual.
La nueva Unidad, ubicada en la Planta Baja del centro, está integrada por un equipo de cardiólogos, médicos rehabilitadores, fisioterapeutas, Enfermería especializada en Cardiología, Nutrición y Endocrinología y profesionales de Psicología.
Lleva a cabo un programa de rehabilitación cardíaca integral que implica la evaluación médica, la prescripción de ejercicio físico, la modificación de los factores de riesgo cardíaco y la educación y asesoramiento en hábitos de vida.
Este programa, de 2 meses de duración aproximada, está diseñado para limitar los efectos fisiológicos y psicológicos de la enfermedad cardíaca, reducir el riesgo de muerte súbita o reinfarto, controlar los síntomas cardíacos, estabilizar o revertir el proceso ateroesclerótico y mejorar la situación psicosocial y profesional de los pacientes.
Cambio de hábitos de vida Una vez seleccionados los pacientes por criterio clínico, acuden a la consulta de Cardiología en la que se establece su riesgo y se administra el tratamiento más adecuado. Posteriormente, participan en sesiones individuales de educación sanitaria con profesionales de Enfermería para identificar los hábitos de vida perjudiciales e implantar medidas correctoras, que se reevalúan de forma periódica.
Esta labor se complementa con sesiones de entrenamiento físico supervisado por los fisioterapeutas en la Unidad, que cuenta con gimnasio equipado con cinco bicicletas y una cinta continua para correr, así como sesiones en el domicilio del paciente.
Los pacientes acuden además durante estos meses a una serie de charlas grupales en las que diferentes especialistas exponen temas de interés para su tratamiento, como el manejo del estrés y la ansiedad asociados a estas patologías. Según los estudios científicos, los pacientes sometidos a un programa integral y multidisciplinar de rehabilitación cardíaca tienen una mayor esperanza de vida y una mejor calidad de vida percibida.
Se benefician de una mejoría funcional y psicológica clara, logran un mejor control de sus factores de riesgo cardiovascular y una mejoría de su actividad sexual.
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