In memoriam, por Enrique Riobóo
Estaba estudiando B.U.P. (Bachillerato Unificado Polivalente) cuando llegó Suárez a la presidencia del Gobierno. En mi juventud era apasionante vivir los cambios en el mundo estudiantil. A muchos les parecían revolucionarios. La parte inmovilista se oponía con fuerza (como ahora), pero eran necesarios. La sociedad estaba preparada, los exigía, y se hicieron. Hoy debemos un trozo bueno de nuestra libertad, de nuestra convivencia, a personajes grandes como Suárez. Lástima que NO haya más.
La muerte de Suárez me ha sacudido este domingo con abundantes recuerdos de la Transición. Efectivamente debió ser muy dificultoso cambiar el sistema político (putrefacto y dictatorial del franquismo) por uno representativo, parlamentario y más acorde con los años 80. Para muchos era una revolución. Inaceptable, intolerable, se escuchaba en mucha prensa, en el poder económico y en los cuarteles.
De Suárez recordaré siempre su genialidad y su entrega al cambio que España necesitaba: Su entrevista secreta con Carrillo lo dice casi todo.
Su muerte este 23 de marzo de 2014 creo que es todo un grito contra la actual clase política, contra la gran mayoría de quienes dicen ser nuestros representantes. Suárez supo dimitir cuando consideró finalizada su labor, o incomprendida, u olvidada. Que grandeza!! Ahora es todo bastante más misero, hay mucho miserable que se cree representante ciudadano. Vivimos en un inmovilismo que, si sigue así, acabará explotando. La TRANSICIÓN fue la reforma espectacular de un sistema pero no quiere decir que sus normas tengan que seguir vigentes durante siglos.
La sociedad española ha cambiado mucho en más de 30 años, hoy los problemas son otros, algunos muy urgentes. El inmovilismo en que se hayan los dos partidos grandes PP y PSOE resulta una lacra para solucionarlos. La representación política hace aguas. Es todo muy legal, pero desde luego ILEGITIMO. Recuerdo en este punto que también en el sistema de la dictadura era todo LEGAL. Hoy nuestros representantes ciudadanos se agarran a sus poltronas, y todo su trabajo parece destinado, exclusivamente, a solucionar su futuro personal en alguna gran empresa.
En estos días me resulta especialmente repugnante como los socialistas o los populares se intentan colocar en las listas electorales que elabora su partido. Algunos son grandes vividores de la política. Algunos NO sabrían vivir sin sueldazos, dietas, móviles gratuitos, coche oficial, comilonas,...
Suárez fue muy grande, entendió lo que significaba la palabra DIMITIR y la ejerció. Hoy está todo más lleno de miserables. La clase política ya es el tercer problema en las encuestas que se hacen a los españoles.
Creo que el mejor homenaje que hoy puedo hacer a Suárez es reivindicar su obra, la transformación de un sistema político caduco en uno mejor, más moderno, democrático. Estoy seguro que si Suárez viviera y volviese a ser presidente del Gobierno iniciaría otra transición. La representación política actual es totalmente INMOVILISTA, se quedó en 1980. "Los ciudadanos que sufran y se conformen con votar cada 4 años", parecen decir.
Hace falta otro Suárez, con grandeza, con decisión. Por el bien de nuestra convivencia, de nosotros, NO debería tardar mucho.
Estaba estudiando B.U.P. (Bachillerato Unificado Polivalente) cuando llegó Suárez a la presidencia del Gobierno. En mi juventud era apasionante vivir los cambios en el mundo estudiantil. A muchos les parecían revolucionarios. La parte inmovilista se oponía con fuerza (como ahora), pero eran necesarios. La sociedad estaba preparada, los exigía, y se hicieron. Hoy debemos un trozo bueno de nuestra libertad, de nuestra convivencia, a personajes grandes como Suárez. Lástima que NO haya más.
La muerte de Suárez me ha sacudido este domingo con abundantes recuerdos de la Transición. Efectivamente debió ser muy dificultoso cambiar el sistema político (putrefacto y dictatorial del franquismo) por uno representativo, parlamentario y más acorde con los años 80. Para muchos era una revolución. Inaceptable, intolerable, se escuchaba en mucha prensa, en el poder económico y en los cuarteles.
De Suárez recordaré siempre su genialidad y su entrega al cambio que España necesitaba: Su entrevista secreta con Carrillo lo dice casi todo.
Su muerte este 23 de marzo de 2014 creo que es todo un grito contra la actual clase política, contra la gran mayoría de quienes dicen ser nuestros representantes. Suárez supo dimitir cuando consideró finalizada su labor, o incomprendida, u olvidada. Que grandeza!! Ahora es todo bastante más misero, hay mucho miserable que se cree representante ciudadano. Vivimos en un inmovilismo que, si sigue así, acabará explotando. La TRANSICIÓN fue la reforma espectacular de un sistema pero no quiere decir que sus normas tengan que seguir vigentes durante siglos.
La sociedad española ha cambiado mucho en más de 30 años, hoy los problemas son otros, algunos muy urgentes. El inmovilismo en que se hayan los dos partidos grandes PP y PSOE resulta una lacra para solucionarlos. La representación política hace aguas. Es todo muy legal, pero desde luego ILEGITIMO. Recuerdo en este punto que también en el sistema de la dictadura era todo LEGAL. Hoy nuestros representantes ciudadanos se agarran a sus poltronas, y todo su trabajo parece destinado, exclusivamente, a solucionar su futuro personal en alguna gran empresa.
En estos días me resulta especialmente repugnante como los socialistas o los populares se intentan colocar en las listas electorales que elabora su partido. Algunos son grandes vividores de la política. Algunos NO sabrían vivir sin sueldazos, dietas, móviles gratuitos, coche oficial, comilonas,...
Suárez fue muy grande, entendió lo que significaba la palabra DIMITIR y la ejerció. Hoy está todo más lleno de miserables. La clase política ya es el tercer problema en las encuestas que se hacen a los españoles.
Creo que el mejor homenaje que hoy puedo hacer a Suárez es reivindicar su obra, la transformación de un sistema político caduco en uno mejor, más moderno, democrático. Estoy seguro que si Suárez viviera y volviese a ser presidente del Gobierno iniciaría otra transición. La representación política actual es totalmente INMOVILISTA, se quedó en 1980. "Los ciudadanos que sufran y se conformen con votar cada 4 años", parecen decir.
Hace falta otro Suárez, con grandeza, con decisión. Por el bien de nuestra convivencia, de nosotros, NO debería tardar mucho.
Comentarios
Eso sí, cuando, pasados los primeros años, Suárez pareció querer emprender un proceso de reforma más profundo y fue independizándose de los poderes fácticos que lo habían encumbrado, lo destruyeron sin compasión. Y lo destruyeron sobre todo todas esas víboras que en los próximos días desfilarán por las televisiones para subirlo a los altares después de muerto.
Muy recomendable el libro sobre Adolfo Suárez de Gregorio Morán.
Ni fue un simple manipulador del régimen anterior, como dirían algunos de sus hoy escasos detractores, ni el superhombre que en sus obituarios se está presentando.
La transición que dirigió acabó siendo una catástrofe y buena parte de su corrupción actual procede de la forma en que se hizo entonces. Cuando Adolfo Suárez intentó llegar más lejos lo hundieron.
Las loas de los medios de comunicación de hoy son todas pura, barata y repugnante hipocresía.
Así vamos, al desastre.
Supo dimitir con dignidad no como los políticos de ahora que los pillan con los bolsillos llenos de dinero y cuentas en Suiza y aún pretender hacernos creer que lo han ganado honradamente, que se pasean delante de nuestras narices con cochazos, móviles y varios sueldos que pagamos todos, que son unos borricos que no tienen ni idea de negociar con la oposición como para llevar a cabo una transición tan difícil como aquella. Se le podrá criticar pero ¿tenemos algún político en España actualmente capaz de hacer algo similar a lo que hizo Suárez? ninguno.
Porque ninguno tiene vocación de servicio al ciudadano, han hecho de la política su profesión y la forma de ganar una pasta y vivir como rajas en la mayoría de los casos no pegando un palo al agua. En cuándo pueden se colocan en grandes empresas o colocan a sus mujeres en buenos puestos y el pueblo mientras hundiendo nos en la miseria más cada día.
Menudo plantel de políticos tenemos hoy en día, vergüenza debería de darlos a muchos mirarnos a los ojos y pedirnos el voto.
Mi más sentido pésame a su familia, se nos ha ido ante todo un hombre honrado y trabajador que casi se dejo la salud por hacer de España un país democrático donde sus hombres y mujeres tuviéramos la oportunidad de elegir libremente a quienes nos gobiernan aunque por desgracia estos nos defrauden en cuando empiezan a gobernarnos.
Z.P
Hoy le miran al rostro muerto, aquellos que como Pedro le negaron tres veces cada día sin gallos de la madrugada.
España con Suárez hace como con los poetas, les ponen una estatua tras la muerte para que le caguen las palomas. D.E.P.
JOSMAN.