El IVIMA niega que haya personas encerradas en una de sus sedes
En las últimas horas, varias personas, vecinas de Leganés y pertenecientes a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, protagonizan un encierro en la sede del IVIMA (Instituto de la Vivienda de Madrid).Como ya hicieran hace un mes, el objetivo no es otro que exigir a dicho ente público la inmediata paralización del desahucio programado en Leganés para este mismo día 26 de abril.Protestan así ante un desahucio que tiene como objeto dejar sin casa a María José, una madre con cinco hijos, los cuáles por razones evidentes, se encuentran actualmente en una situación de grave riesgo de exclusión social. María José ha intentado sin éxito negociar con el IVIMA el pago de su deuda, o al menos retrasar el desahucio hasta que sus hijos puedan terminar el actual curso escolar.Una vez más el IVIMA se ha mostrado inflexible y ha decidido no dar marcha atrás."Nos negamos a que María José sea un número más de la intolerable cifra de desahucios que a diario se producen en Leganés, así como en el resto de la Comunidad de Madrid.No nos resignamos, exigimos al IVIMA que ceda en su postura y que rectifique la misma, no dejando en la calle una vez más a una familia" afirman los encerrados."La ciudadanía está y estará apoyando a nuestra vecina María José y seguirá peleando en los próximos días, tal y como venimos haciendo durante meses, por un derecho elemental como es el derecho a la vivienda" concluyen.
En las últimas horas, varias personas, vecinas de Leganés y pertenecientes a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, protagonizan un encierro en la sede del IVIMA (Instituto de la Vivienda de Madrid).Como ya hicieran hace un mes, el objetivo no es otro que exigir a dicho ente público la inmediata paralización del desahucio programado en Leganés para este mismo día 26 de abril.Protestan así ante un desahucio que tiene como objeto dejar sin casa a María José, una madre con cinco hijos, los cuáles por razones evidentes, se encuentran actualmente en una situación de grave riesgo de exclusión social. María José ha intentado sin éxito negociar con el IVIMA el pago de su deuda, o al menos retrasar el desahucio hasta que sus hijos puedan terminar el actual curso escolar.Una vez más el IVIMA se ha mostrado inflexible y ha decidido no dar marcha atrás."Nos negamos a que María José sea un número más de la intolerable cifra de desahucios que a diario se producen en Leganés, así como en el resto de la Comunidad de Madrid.No nos resignamos, exigimos al IVIMA que ceda en su postura y que rectifique la misma, no dejando en la calle una vez más a una familia" afirman los encerrados."La ciudadanía está y estará apoyando a nuestra vecina María José y seguirá peleando en los próximos días, tal y como venimos haciendo durante meses, por un derecho elemental como es el derecho a la vivienda" concluyen.
Comentarios
La lectura de varios textos médicos y de psicología nos descubre que hay personalidades que tienden a la morosidad, al impago y a una organización de la vida cotidiana desadaptada y problemática que conduce muchas veces a la pérdida de patrimonio o a una vida subsidiada. Muchos letrados conocen grandes enfermedades, las psicosis, el trastorno bipolar... que se emplean para defender a las personas ante sus posibles incumplimientos. Otras veces los trastornos son sutiles y solo reconocibles si se estudian.
La pregunta que considero más importante es por qué razón las ventanillas del estado funcionan como compartimentos estancos. Si fuera posible contemplar los casos globalmente, veríamos aún más ridículo que una administración proporcionase un recurso como la vivienda por unos motivos y que otra administración del mismo estado la arrebatase porque esos motivos por los que se ha dado la vivienda conducen al impago.
Se hace imprescindible que todas las ventanillas se comuniquen y contemplen el problema de la vivienda como un aspecto más de un gran síndrome, de una situación de algunas personas que abarca lo bio-psico-social.
Y precisamente la salud tiene como definición el bienestar biopsicosocial.
Si hubiera esta sincronización entre administraciones, si desde el ámbito jurídico se estudiasen a fondo los casos se encontrarían mil motivos contemplados en la legislación actual para no tener que llegar a un alzamiento, y se podrían dar soluciones tan sencillas como detraer el pago de la vivienda de las rentas o ayudas que se dan a estos ciudadanos mediante curatelas judiciales.
Así una mano no quitaría lo que la otra da. Simplemente hay que pensar en actuar para el ciudadano y su proceso global en vez de actuar desde compartimentos herméticos, centrados más en la tarea que en el ciudadano.
Para que se produzca un desahucio no es necesario que la totalidad de la vida de esas personas sea un desastre y que haýa que psiquiatrizarlas o incapacitarlas. Debido a la precariedad en que muchos viven con que se produzca un imprevisto y dejen de pagar la renta un mes, ya hay un efecto de bola de nieve que los servicios sociales muchas veces contribuyen a incrementar.
El sistema no permite a estos morosos en el caso de impagos de renta irse poniendo al día, pues se les exige pagar la totalidad de la renta adeudada de una sola vez, cuando se podían ofrecer planes de pago acordes con su situación. Algo tan elemental como dar facilidades para pagar la deuda no está previsto en los arrendamientos, ni siquiera en el caso de viviendas sociales del IVIMA, pues a estas viviendas se les aplica la legislación común de arrendamientos urbanos, pensada en beneficio del propietario. Todo sin necesidad de curatelas judiciales ni excesivos intervencionismos por parte de la Administración; simplemente con prestar la ayuda adecuada que necesitan las personas en el momento oportuno.
Y por supuesto esas personas no viven en la calle, solo un pequeñísimo porcentaje delinque y ocupa propiedades y otro también minúsculo está directamente tumbado en las aceras o en los cajeros.
Vuelve a incidir Lola en lo que se le ha reprochado en otras ocasiones, en descalificar a todo un colectivo de personas solo por el hecho atravesar una situación de necesidad. Todas esas descalificaciones son innecesarias porque no sirven para resolver los problemas, además de gratuitas, porque hace una relación de todas las circunstancias negativas teóricas que pueden darse, con la consecuencia de que socialmente se le atribuyan a los desahuciados todas esas conductas negativas.
Lola, diga alguna vez algo positivo de la gente. Además, si ya no es de su responsabilidad el ayudar a esas personas y sólo se le ocurre decir todo que hacen mal, pues mejor no decir nada. Bastantes problemas tienen ya los desahuciados como para que también se les ofenda de palabra.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/04/20/madrid/1334942752.html
Nada me merece más respeto que las personas y no creo que tratar de enfocar sus problemas posibles sea ser negativo, muy al contrario es tratar de hallar un camino donde hay un drama. No estamos hablando de todas las personas bajo el umbral de la pobreza, tampoco de las que dentro de este umbral, acceden a una vivienda... ni siquiera estamos hablando de las que tienen impagos, ni de las que renegocian el alquiler alguna vez, o muchas veces. Hablaríamos de la minoría que llegan al desahucio, minoría entre la minoría que accede a una casa del IVIMA. No estoy adelantando diagnósticos a toda una colectividad sino a unas cuantas personas, entre las que es muy posible que haya algún tipo de discapacidad para gestionar sus finanzas. Decir que esto es ofender, insultar o ser negativo es como decir que nos molesta que sea abril y que estemos en 2012. Algunos quisieran que sus problemas se resolvieran a golpe de chequera, pero la situación del país, con contribuyentes cada vez más abrasados por impuestos, hace aconsejable afinar al máximo en los diagnósticos sociales SOCIALES. De lo contrario todo estará perdido.