Periodismo ciudadano
Envío en exclusiva y de motu propio un reportaje de fotos y un vídeo sobre el lamentable estado en el que me encontré el pasado domingo, día 11, el parque de Polvoranca paseando con mi familia.
No daba crédito a lo que estaba viendo, y te puedo asegurar que lo primero que sentí al tomar contacto con el atropello que estaban viendo mis ojos, es una profunda indignación a la vez que un sentimiento muy parecido al dolor por lo que me puse a sacar fotos y vídeos para precisamente poder poner mi granito de arena para que aquello no volviera a ocurrir.
Decirte que la tarde tan buena que hacía el Domingo llenó el parque al completo de personas, amigos y familias, desbordándose el aparcamiento y zonas anexas de vehículos. La sensación que te comento de asombro, indignación y dolor al presenciar el desolador espectáculo del estado de aquel bonito parque era compartida por todos y cada uno de los cientos de transeúntes a la vista de las exclamaciones que pude escuchar todo el tiempo del paseo. El calificativo mas usado fue "lamentable".
Sabiendo que aquello afortunadamente no era normal, me pregunté qué había podido pasar, qué cosa o qué evento había tenido lugar para llegar a esa situación. Fue primero mi hija la que me puso en aviso, comentándome que el Viernes día 9, el municipio de Fuenlabrada había celebrado el día de la tortilla o algo así, algo que me sonaba por haberlo leído en algún medio, y que posiblemente después de la celebración en el municipio, cientos de jóvenes se habrían dirigido para continuar la fiesta al Parque de Polvoranca.
Tuve la suerte de cruzarme con un vehículo de vigilancia del parque y no desaproveché la ocasión, lo paré preguntándoles si sabían algo de aquella fechoría y brutal ataque no solo al medio ambiente sino a la seguridad de las personas que allí nos encontrábamos. Me confirmaron mis sospechas. Aquello sucedió el Viernes noche, después de la celebración de la fiesta de la tortilla. Palabra de los vigilantes del Parque. Además esta pareja de vigilantes me comentó que ellos mismos habían tenido que recoger y retirar con sus propias manos cientos de botellas por el alto riesgo que suponían para la seguridad de las personas y principalmente niños, cosa a la que no están obligados según me dicen, cosa de agradecer a estas personas.
Por mi parte, y sin entrar a mayores, enfoco el problema desde la raíz y es que yo que el Ayuntamiento de Fuenlabrada me preocuparía por sus jóvenes. Advirtiéndoles, pidiéndoles por favor y rogándoles un poquitín de civismo, dando por hecho que es conocedor de esto porque, como comento anteriormente, lleva ocurriendo varios años. Siempre en la misma fecha. Así que no pueden eludir tan fácilmente su responsabilidad.
Entiendo que los jóvenes debido al porcentaje de paro alcanzado en este colectivo estén desesperados pero hay cosas que no tienen excusa como el vandalismo en un parque público que horas después se llenará de familias con sus pequeños que pueden ser víctimas fácilmente de cualquier tipo de accidente por los vidrios rotos de las botellas abandonadas en medio de cualquier parte.
Te hago llegar esta denuncia ciudadana como vecino que soy también, aunque por motivos que seguro entenderás prefiero guardar el anonimato.
Envío en exclusiva y de motu propio un reportaje de fotos y un vídeo sobre el lamentable estado en el que me encontré el pasado domingo, día 11, el parque de Polvoranca paseando con mi familia.
No daba crédito a lo que estaba viendo, y te puedo asegurar que lo primero que sentí al tomar contacto con el atropello que estaban viendo mis ojos, es una profunda indignación a la vez que un sentimiento muy parecido al dolor por lo que me puse a sacar fotos y vídeos para precisamente poder poner mi granito de arena para que aquello no volviera a ocurrir.
Decirte que la tarde tan buena que hacía el Domingo llenó el parque al completo de personas, amigos y familias, desbordándose el aparcamiento y zonas anexas de vehículos. La sensación que te comento de asombro, indignación y dolor al presenciar el desolador espectáculo del estado de aquel bonito parque era compartida por todos y cada uno de los cientos de transeúntes a la vista de las exclamaciones que pude escuchar todo el tiempo del paseo. El calificativo mas usado fue "lamentable".
Sabiendo que aquello afortunadamente no era normal, me pregunté qué había podido pasar, qué cosa o qué evento había tenido lugar para llegar a esa situación. Fue primero mi hija la que me puso en aviso, comentándome que el Viernes día 9, el municipio de Fuenlabrada había celebrado el día de la tortilla o algo así, algo que me sonaba por haberlo leído en algún medio, y que posiblemente después de la celebración en el municipio, cientos de jóvenes se habrían dirigido para continuar la fiesta al Parque de Polvoranca.
Tuve la suerte de cruzarme con un vehículo de vigilancia del parque y no desaproveché la ocasión, lo paré preguntándoles si sabían algo de aquella fechoría y brutal ataque no solo al medio ambiente sino a la seguridad de las personas que allí nos encontrábamos. Me confirmaron mis sospechas. Aquello sucedió el Viernes noche, después de la celebración de la fiesta de la tortilla. Palabra de los vigilantes del Parque. Además esta pareja de vigilantes me comentó que ellos mismos habían tenido que recoger y retirar con sus propias manos cientos de botellas por el alto riesgo que suponían para la seguridad de las personas y principalmente niños, cosa a la que no están obligados según me dicen, cosa de agradecer a estas personas.
Por mi parte, y sin entrar a mayores, enfoco el problema desde la raíz y es que yo que el Ayuntamiento de Fuenlabrada me preocuparía por sus jóvenes. Advirtiéndoles, pidiéndoles por favor y rogándoles un poquitín de civismo, dando por hecho que es conocedor de esto porque, como comento anteriormente, lleva ocurriendo varios años. Siempre en la misma fecha. Así que no pueden eludir tan fácilmente su responsabilidad.
Entiendo que los jóvenes debido al porcentaje de paro alcanzado en este colectivo estén desesperados pero hay cosas que no tienen excusa como el vandalismo en un parque público que horas después se llenará de familias con sus pequeños que pueden ser víctimas fácilmente de cualquier tipo de accidente por los vidrios rotos de las botellas abandonadas en medio de cualquier parte.
Te hago llegar esta denuncia ciudadana como vecino que soy también, aunque por motivos que seguro entenderás prefiero guardar el anonimato.
Comentarios
Muchos de ellos eran muy jovenes, vamos de los que tienen que utilizar al mayor del grupo para hacer la compra. Estoy utilizando el masculino como neutro porque también había muchas chicas. Una de ellas bebiendo a palo seco de una botella de vodka (ya serían las 12:00).
Pues eso que un botellón que empezo en la mañana del viernes y que la mierda (de basura) duraba hasta el domingo.
Los jovenes tienen su forma de divertirse (lo único que no comparto es lo guarros que llegan a ser), y por otro lado parece mentira que no se viese como iba a quedar eso después del megamacrobotellón, como para que hubieran intentado limpiarlo a la mañana siguiente.