La Guardia Civil ha desarticulado una banda dedicada al robo de vehículos, casi siempre todoterrenos, que actuaba en Ávila, Burgos, Cáceres, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, Madrid, Segovia, Toledo, Valencia y Zaragoza. Se dan por resueltos, en total, 63 robos. Los coches de desguazaban en una nave industrial de Leganés para venderse por piezas.
Doce personas han sido detenidas por ello y hay imputadas otras seis, en el marco de la Operación Arunas, dirigida por el Equipo de Delincuencia contra el Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Segovia. Se les acusa de presuntos delitos de asociación ilícita, sustracción de vehículo de forma continuada, daños y receptación.
Las investigaciones comenzaron hace algunos meses, a raíz del robo de siete vehículos de similares características en las localidades segovianas de Ayllón, Riaza, Carbonero el Mayor y el Real Sitio de San Ildefonso, al mismo tiempo que se habían registrado hasta 17 denuncias en las provincias de Ávila, Cuenca, Madrid y Toledo.
Ya en abril, la Guardia Civil detuvo en Segovia a un hombre de 41 años, de nacionalidad lituana, cuyas iniciales son A.B., que conducía un todoterreno cuyo robo acababa de ser denunciado. Fue puesto en libertad y a los pocos días la misma persona fue detenida en Ávila conduciendo un vehículo similar (en ambos casos un Nissan), con signos evidentes de haberlo forzado para entrar en el coche.
Las piezas se vendían a empresas de desguace
Fue a partir de ello cuando se llegó a un grupo organizado que se ubicaba en la Cañada Real, en Madrid, y que se dedicaba a sustraer todoterrenos en distintos puntos de la península. Era el presunto jefe de la banda, P.G.M., con otros miembros de la organización, quien se desplazaba durante la noche a las provincias limítrofes para localizar los vehículos, que, posteriormente eran conducidos a dos naves industriales en Leganés y Navalcarnero, donde eran desguazados. Las piezas se vendían después a empresas de Madrid, Valencia y Oviedo.
En total, la Guardia Civil considera acreditada la venta de al menos 119 motores de vehículos a un desguace de Valencia y se dan por resueltos 63 robos.
Doce personas han sido detenidas por ello y hay imputadas otras seis, en el marco de la Operación Arunas, dirigida por el Equipo de Delincuencia contra el Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Segovia. Se les acusa de presuntos delitos de asociación ilícita, sustracción de vehículo de forma continuada, daños y receptación.
Las investigaciones comenzaron hace algunos meses, a raíz del robo de siete vehículos de similares características en las localidades segovianas de Ayllón, Riaza, Carbonero el Mayor y el Real Sitio de San Ildefonso, al mismo tiempo que se habían registrado hasta 17 denuncias en las provincias de Ávila, Cuenca, Madrid y Toledo.
Ya en abril, la Guardia Civil detuvo en Segovia a un hombre de 41 años, de nacionalidad lituana, cuyas iniciales son A.B., que conducía un todoterreno cuyo robo acababa de ser denunciado. Fue puesto en libertad y a los pocos días la misma persona fue detenida en Ávila conduciendo un vehículo similar (en ambos casos un Nissan), con signos evidentes de haberlo forzado para entrar en el coche.
Las piezas se vendían a empresas de desguace
Fue a partir de ello cuando se llegó a un grupo organizado que se ubicaba en la Cañada Real, en Madrid, y que se dedicaba a sustraer todoterrenos en distintos puntos de la península. Era el presunto jefe de la banda, P.G.M., con otros miembros de la organización, quien se desplazaba durante la noche a las provincias limítrofes para localizar los vehículos, que, posteriormente eran conducidos a dos naves industriales en Leganés y Navalcarnero, donde eran desguazados. Las piezas se vendían después a empresas de Madrid, Valencia y Oviedo.
En total, la Guardia Civil considera acreditada la venta de al menos 119 motores de vehículos a un desguace de Valencia y se dan por resueltos 63 robos.
Comentarios
Es algo que le debería preocupar a los dirigentes locales, vigilando más los polígonos industriales, en vez de negar la existencia de delincuencia en la ciudad.
No se ven coches de policía patrullando, eso sí, en los encierros todas las fuerzas se hacen visible.
¿Tanta casualidad existe?