El 1 de mayo había 16.869 parados en Leganés. Dos meses y medio después esta cifra ha bajado en 507 personas y se sitúa en un total de 16.362 desempleados leganenses. Los principales descensos se registran en los sectores de la Construcción (de 3.288 a 3.053 parados) y en Servicios (de 11.008 a 10.784).
Por sectores de actividad económica hay 80 desempleados en Agricultura, 1.505 en Industria, 3.053 en Construcción, 10.784 en Servicios y 940 sin empleo anterior.
Por edades, los más afectados son los ciudadanos y ciudadanas de entre 25 y 44 años (4.265 hombres y 4.527 mujeres), mientras que hay 1.111 varones menores de 25 años sin empleo por 861 féminas. Mayores de 45 años las cifras son de 2.628 vecinos y 2.970 vecinas sin trabajo.
Por sectores de actividad económica hay 80 desempleados en Agricultura, 1.505 en Industria, 3.053 en Construcción, 10.784 en Servicios y 940 sin empleo anterior.
Por edades, los más afectados son los ciudadanos y ciudadanas de entre 25 y 44 años (4.265 hombres y 4.527 mujeres), mientras que hay 1.111 varones menores de 25 años sin empleo por 861 féminas. Mayores de 45 años las cifras son de 2.628 vecinos y 2.970 vecinas sin trabajo.
Comentarios
Es una buena noticia, siempre lo es, que el paro descienda.
Pero la prueba de fuego será este otoño.
Tras la subida del IVA, el recorte de casi 1000 millones en Fomento, el final del trabajo estacional de verano y la tenue reforma laboral, tendremos que ver como se comportan las cifras de creación o destrucción de empleo.
Para la subida del IVA calculan 300.000 parados hasta finales de año.
Para el recorte en Fomento son 100.000 parados en la construcción y contratas dependientes.
Para el final de la estacionalidad de verano unos 100.000 puestos de trabajo en servicio.
Y la reforma laboral dependerá de lo que se apruebe en agosto.
Con este panorama, alegrémonos de la bajada del paro en Leganés.
Tras el verano, será otro cantar.
Un saludo
El recorte en Fomento es de 6.000 millones y no de 1.000 como indicas.
Ya están preparando la maquinaria con los empresarios para poder hacer, junto con Villaverde, la espléndida labor de recaudación para la campaña electoral de rafita, que tan bien le funcionó en 2009.
Aquí va a estar la gran confluencia de intereses entre rafita y laurita, la clave es villaverde.
moraleja: tan puta es Juana como su hermana.
Los proyectos de "Corporate Universities" ("universidad empresarial") creados en multinacionales como Allianz son un sucedáneo que tiene de semejanza con una verdadera universidad solamente el nombre. Los contenidos de gestión impartidos son verdaderamente mediocres y responden en exclusiva a necesidades económicas inmediatas de la empresa, sin alcanzar el más mínimo rigor técnico. Añádase a ello que este tipo de proyectos formativos son inútiles en cuanto se sale de la empresa en la que se han recibido: quienes reciben estos cursos no aprenden bases técnicas generales que poder utilizar fuera de las condiciones específicas de la firma para la que trabaja. Y, por supuesto, si la empresa necesita un ingeniero, un matemático, un economista o un jurista, tiene que acudir a uno formado en una universidad de verdad. Y, en general, los mejores los encontrará en la Administración Pública, en donde tiene la garantía de que los que reclute han pasado un proceso selectivo durísimo. Ello explica el trasvase de abogados del Estado, inspectores de Hacienda o de Trabajo, Interventores y otros al sector privado, en donde ganan mucho más dinero que en el sector público.
Y hasta aquí hablamos de la élite "gerencial" (que diría Galbraith) de las empresas. En el resto de sectores laborales hay un proceso alarmante de "descualificación" magníficamente descrito por el economista alemán Max Otte (el que predijo la crisis en 2006): el dominio de cadenas como Telepizza, con explotación intensiva de una mano de obra sin derechos y con nula formación es el ejemplo más conocido.
Y dos últimas cosas: no serán tan sofisticados los gerentes del sector privado cuando, a fin de cuentas, fueron los que llevaron la economía mundial a la ruina en 2008 (en especial en el sector financiero, pero no sólo).
Y todo lo que he dicho vale para los técnicos del sector público. No mezclemos churras con merinas. Eso es una cosa y otra es la mediocridad de los políticos profesionales.
Los proyectos de "Corporate Universities" ("universidad empresarial") creados en multinacionales como Allianz son un sucedáneo que tiene de semejanza con una verdadera universidad solamente el nombre. Los contenidos de gestión impartidos son verdaderamente mediocres y responden en exclusiva a necesidades económicas inmediatas de la empresa, sin alcanzar el más mínimo rigor técnico. Añádase a ello que este tipo de proyectos formativos son inútiles en cuanto se sale de la empresa en la que se han recibido: quienes reciben estos cursos no aprenden bases técnicas generales que poder utilizar fuera de las condiciones específicas de la firma para la que trabaja. Y, por supuesto, si la empresa necesita un ingeniero, un matemático, un economista o un jurista, tiene que acudir a uno formado en una universidad de verdad. Y, en general, los mejores los encontrará en la Administración Pública, en donde tiene la garantía de que los que reclute han pasado un proceso selectivo durísimo. Ello explica el trasvase de abogados del Estado, inspectores de Hacienda o de Trabajo, Interventores y otros al sector privado, en donde ganan mucho más dinero que en el sector público.
Y hasta aquí hablamos de la élite "gerencial" (que diría Galbraith) de las empresas. En el resto de sectores laborales hay un proceso alarmante de "descualificación" magníficamente descrito por el economista alemán Max Otte (el que predijo la crisis en 2006): el dominio de cadenas como Telepizza, con explotación intensiva de una mano de obra sin derechos y con nula formación es el ejemplo más conocido.
Y dos últimas cosas: no serán tan sofisticados los gerentes del sector privado cuando, a fin de cuentas, fueron los que llevaron la economía mundial a la ruina en 2008 (en especial en el sector financiero, pero no sólo).
Y todo lo que he dicho vale para los técnicos del sector público. No mezclemos churras con merinas. Eso es una cosa y otra es la mediocridad de los políticos profesionales.