No acaba el bolo de Zaragoza y ya tenemos a la jefa de Informática del Ayuntamiento de Leganés, con gran currículum pregonado por su concejala preferida (Ana Massó), dando de nuevo lecciones del ineficaz sistema local de nuevas tecnologías. Y todo, pagado por los de siempre, los vecinos.
Al menos, Montoya, para disimular la podría nombrar directora general de Turismo, aunque fuera a cargo de los dos millones del reloj de la plaza Mayor o de la operación Alazar ("ya tengo un nuevo periódico que me hace la pelota").
Otra exclusiva del topo destacado en NNTT y RRHH.
Aquí está de nuevo Moreno enseñando a los demás cómo se hace 'Leganés, Ciudad Medieval'.
Al menos, Montoya, para disimular la podría nombrar directora general de Turismo, aunque fuera a cargo de los dos millones del reloj de la plaza Mayor o de la operación Alazar ("ya tengo un nuevo periódico que me hace la pelota").
Otra exclusiva del topo destacado en NNTT y RRHH.
Aquí está de nuevo Moreno enseñando a los demás cómo se hace 'Leganés, Ciudad Medieval'.
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Total, para lo que se nota el trabajo que hace cuando está en su puesto. Dirá que, como los vecinos están acostumbrados a que el sistema informático del Ayuntamiento no funcione, ya prescinden de esos servicios y resuelven las gestiones con el Ayuntamiento como siempre, como antes de la era Leganés Digital, pues nadie echa de menos lo que nunca ha funcionado.
Mientras, Virginia Moreno devengando dietas y haciendo turismo por toda la geografía española. Por lo menos, hay que reconocerle que se lo monta estupendamente.
Ya se sabe que las oposiciones tienen ese fin, y las listas de aprobados que hace el PP las podría hacer cualquiera que tenga los nombres de los que ya están dentro como interinos. Lo que es más indignante es la utilización como comparsas de los opositores que llevan años preparándose, y que seguramente son las personas más capacitadas.
Por eso tienen que recurrir al montaje de un simulacro de oposición, para darle apariencia de legalidad a lo que es un auténtico fraude. De hecho sólo se convocan concursos-oposición para cubrir un número de plazas que coincide con las que previamente han cubierto con interinos.
Lo más lamentable es que entran como funcionarios interinos los menos capacitados, los que han tenido un enchufe de PSOE-IU o de UGT-CCOO, para los que después organizan esa farsa de oposiciones, a la que acuden cientos de personas que han preparado la oposición, pero a las que no les dicen que son meras comparsas, y que las plazas convocadas ya tienen dueño.
La esperanza que nos queda es que el cambio de personas y partidos en las elecciones de 2011 sirva para erradicar las corruptelas también.
Los sindicatos en el Ayuntamiento no defienden el derecho de cualquier español a ser funcionario según su capacidad y mérito, como establecen las leyes; en el Ayuntamiento los dirigentes sindicales únicamente tratan de hacer fijos a sus afiliados que han entrado por enchufe como interinos, y controlar la bolsa de empleo, para que no se cuele nadie que no interese. Que todo quede en la familia, repartido entre PSOE-IU y UGT-CCOO.