El alcalde, tras las denuncias de ayer en el pleno, aplica la táctica avestruz y se toma dos días libres

Después de todo lo que le llovió ayer en el pleno ('caso Facturas' en el juzgado con su mujer, Carmen Blázquez Roblas, y el ex edil de Medio Ambiente denunciados por el PP), el alcalde, Rafael Gómez Montoya, se ha escondido hoy y, a través de un decreto de Alcaldía, se ha tomado el día de hoy libre -no ha aparecido en ningún acto- y el de mañana. A la denuncia por supuesta malversación de caudales públicos del PP se une la de hace unas semanas de ULEG por financiación ilegal de campaña.

Hoy Montoya ha desaparecido. No ha dado la cara, aunque ha seguido protagonizando páginas nacionales en La Razón y El Mundo. Ni siquiera se ha presentado al evento organizado por la Ciudad del Automóvil donde el concejal de Desarrollo Local ha tenido que disculparle.

El lugar de enseñar las facturas que él mismo dice son verdaderas -son las que ha mostrado la oposición- y dejar de acusar a su partido PSOE de sus propios errores o abusos, ha decidido quedarse escondido, tal vez, en su chalé de Arroyo Culebro.

La táctica de avestruz de Montoya ha dejado hoy de alcalde a Raúl Calle. No se ha atrevido a dar la cara, como en otras ocasiones. Sostenible o no sostenible, esa es la cuestión.