
La idea era que los mayores jugaran a la petanca en dos campos de tierra construidos en el bulevar Paquita Gallego, sobre la vieja vía militar, habilitado gracias a la labor de un vecino de San Nicasio que consiguió desbloquear las negociaciones del Ayuntamiento con el Ministerio de Defensa hace cinco años. La realidad: los terrenos están minados por cacas de perro de incívicos ciudadanos.

Decenas de excrementos caninos se acumulan desde principios de año en los dos campos de petanca del bulevar Paquita Gallego inaugurado hace tres años.
A pesar de que sendos carteles prohíben que las mascotas paseen por ambos campos preparados para la petanca, los animales siguen depositando sus cacas porque los incívicos dueños así lo quieren. En estos casos, ¿quién es más animal, el propio perro o el propietario guarrete?
Una unidad de Policia Local creada en esta legislatura ha impuesto unas 1.000 multas este año por actuaciones incívicas, pero siguen siendo insuficientes.
Comentarios
Anónimo, no se impaciente tanto, que ya llegarán temas de investigación, de esos que no están tan a la vista como las huellas que dejan los perros.
Creo que los de Legacom deberían darle un premio de esos concursitos que hacen, y luego publicarla en La Plaza.