"Una segunda opinión", por la comunidad de lectores del diario EL PAÍS
El alcalde de Leganés, Rafael Gómez Montoya (PSOE), también se ha hecho una foto con el coche nuevo que se ha comprado con el dinero de sus vecinos. Un coche que ha costado unos 81.000 euros (más de 13 millones de pesetas), lo que nos hace pensar que Leganés es, al igual que la aldea de Asterix lo era en la Galia, el último reducto de resistencia ante una crisis que afecta globalmente.
Don Rafael se defiende diciendo que este elevado coste se debe a los “extras de seguridad”. Entre ellos podemos destacar una radio como la que utiliza la Policía Local, un completo botiquín y un sistema inhibidor tribanda -similar al que lleva el presidente del Gobierno- que impide que alguien pueda activar una bomba con un teléfono móvil. En cambio, el coche no está blindado. Es decir, puede evitar una bomba pero no una pedrada de un vecino descontento.Evidentemente, es imposible que en todo Leganés haya un vecino descontento con el alcalde pues, de lo contrario, no le habrían comprado semejante buga.
En la foto podemos ver a Don Rafael con las manos entrecruzadas a la altura de un cinturón que, visto lo visto, no necesita apretarse. A su lado, un policía le hace las veces de coartada para justificar los extras de seguridad. Y en la parte izquierda, un poco más alejado -en realidad el único que tiene vergüenza de salir en la foto-, el vehículo en cuestión.
P.D. Fardar en tiempos de bonanza económica no tiene demasiado mérito pero, en cambio, hacerlo en los momentos en que el resto de personas están ahogadas de deudas, ahí, en estos tiempos de crisis, es cuando fardar es fardar de verdad.
Así que ya sabe, si su coche se lo ha quedado el banco o no tiene dinero para comprarse uno nuevo, Don Rafael tiene uno que, en realidad, es de todos. No dude en pedírselo prestado. Él, encantado.
Todos tenemos una foto como ésta, en la que nos inmortalizamos junto a nuestro coche nuevo. La razón es sencilla: cuando algo cuesta tanto esfuerzo conseguirlo, uno desea recordarlo para toda la vida.
El alcalde de Leganés, Rafael Gómez Montoya (PSOE), también se ha hecho una foto con el coche nuevo que se ha comprado con el dinero de sus vecinos. Un coche que ha costado unos 81.000 euros (más de 13 millones de pesetas), lo que nos hace pensar que Leganés es, al igual que la aldea de Asterix lo era en la Galia, el último reducto de resistencia ante una crisis que afecta globalmente.
Don Rafael se defiende diciendo que este elevado coste se debe a los “extras de seguridad”. Entre ellos podemos destacar una radio como la que utiliza la Policía Local, un completo botiquín y un sistema inhibidor tribanda -similar al que lleva el presidente del Gobierno- que impide que alguien pueda activar una bomba con un teléfono móvil. En cambio, el coche no está blindado. Es decir, puede evitar una bomba pero no una pedrada de un vecino descontento.Evidentemente, es imposible que en todo Leganés haya un vecino descontento con el alcalde pues, de lo contrario, no le habrían comprado semejante buga.
En la foto podemos ver a Don Rafael con las manos entrecruzadas a la altura de un cinturón que, visto lo visto, no necesita apretarse. A su lado, un policía le hace las veces de coartada para justificar los extras de seguridad. Y en la parte izquierda, un poco más alejado -en realidad el único que tiene vergüenza de salir en la foto-, el vehículo en cuestión.
P.D. Fardar en tiempos de bonanza económica no tiene demasiado mérito pero, en cambio, hacerlo en los momentos en que el resto de personas están ahogadas de deudas, ahí, en estos tiempos de crisis, es cuando fardar es fardar de verdad.
Así que ya sabe, si su coche se lo ha quedado el banco o no tiene dinero para comprarse uno nuevo, Don Rafael tiene uno que, en realidad, es de todos. No dude en pedírselo prestado. Él, encantado.
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Fdo: Ciudadano apolítico