En el Reglamento de las Juntas Municipales de Distrito del Ayuntamiento, publicado en el suplemento al B.O.C.M núm 100 del año 1993, se establece que “El pleno de la Junta celebrará sesiones ordinarias una vez al mes, y las extraordinarias que considere oportunas”. Sin embargo, a pocos meses de agotarse el mandato el gobierno no ha convocado ni una sola sesión.
Los últimos plenos celebrados fueron en marzo de 2017 en el caso de la Fortuna y San Nicasio y en marzo de 2016 la de Zarzaquemada. Es decir, hace más de seis años no se convoca la Junta de la Fortuna y San Nicasio y siete la de Zarzaquemada.
Desde la formación vecinal apuntan a que esta forma de actuar del gobierno de Santiago Llorente es muy grave para la participación ciudadana ya que los plenos de las Juntas de Distrito tienen una peculiaridad frente a los del ayuntamiento, y es que los asistentes y las entidades sociales de los barrios pueden intervenir en las sesiones del pleno.
Igualmente, se elimina la capacidad de los partidos de la oposición de ejercer una labor de control más apegada al terreno respecto a la gestión que se desarrolla. El alcalde menos cercano al vecino.
Desde ULEG señalan que los ataques a las instituciones democráticas por parte del actual equipo de gobierno (PSOE y sus satélites a los que premia con Juntas que presiden fantasmagóricamente) son una práctica común. Un buen ejemplo de ello es la condena del Tribunal Supremo a Llorente por vulnerar los derechos a la participación política de los concejales de la oposición.
O el continuo rechazo a las propuestas que presentan las entidades ciudadanas y partidos de la oposición, como ocurrió en las ordenanzas fiscales o las alegaciones realizadas al Presupuesto Municipal, cuando el gobierno no aceptó ninguna propuesta de la oposición ni de las entidades vecinales. “Esto cambiará en tres meses. Es palabra de ULEG. Palabra del próximo alcalde”, zanjó el candidato de la formación progresista e independiente, Carlos Delgado.
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