La Policía Nacional detiene in fraganti a dos personas cuando se disponían a cometer una estafa por el método del "tocomocho"
Agentes de la Policía Nacional fuera de servicio han
detenido in fraganti, el 27 de octubre de 2022, a dos personas cuando se disponían a cometer una estafa
por el método del "tocomocho" en el barrio de El Carrascal.
Los presuntos autores –un hombre y una mujer–
fueron sorprendidos por los policías, que se percataron de sus intenciones
cuando hablaban con un varón de edad, a quien ya habían convencido para subirse
a un vehículo y dirigirse a cobrar cupones supuestamente premiados con 35.000
euros.
Una conversación alertó a los agentes, que escucharon cómo estas dos
personas conversaban con un varón de edad que estaba sentado en un banco y le ofrecían
un supuesto premio que tenían que cobrar, por lo que decidieron observar sus
movimientos discretamente sin ser vistos.
En un momento dado, esta persona de
edad se dispuso a caminar junto al hombre y la mujer y, cuando se estaba
introduciendo en un vehículo, los agentes decidieron intervenir identificándose
como funcionarios policiales.
Una vez se
identificaron, los agentes comprobaron que estas dos personas portaban cupones
de lotería supuestamente premiados por valor de 35.000 euros y una lista de
premios de diferentes sorteos, efectos que delataban la intención de estafar a
esta persona de edad con la promesa de repartirse el falso premio a cambio de
entregar dinero a la portadora de los cupones.
La rápida intervención de los
agentes fuera de servicio permitió que esta persona de edad no sufriera ningún
perjuicio económico.
Por su parte, los dos detenidos fueron puestos a
disposición de la autoridad judicial como presuntos autores de un delito de
estafa.
El timo del "tocomocho", estafa antigua
El timo del "tocomocho" es
una modalidad de estafa en la cual la víctima es abordada por una persona que
le indica que tiene un décimo de lotería premiado y que, por alguna causa, no
puede cobrarlo personalmente. El estafador ofrece a la víctima venderle el
boleto por menos dinero del premiado, por cantidades que suelen rondar entre
los 1.000 o 3.000 euros, aunque en ocasiones pueden llegar a cifras más altas.
Para dar mayor credibilidad al timo aparece un segundo estafador (gancho), que
suele afirmar la autenticidad del premio, exhibiendo un listado de boletos
premiados, o realizar la consulta con una tercera persona vía telefónica.
En
algunas ocasiones, incluso, aparece un tercer implicado (segundo gancho) el
cual se interesa por el boleto premiado. Ante esta situación, la víctima –que
suele ser una persona de edad no acompañada– accede al trato y para comprar el
boleto extrae el dinero solicitado de su entidad bancaria o, en ocasiones, sube
a su domicilio a por dinero en efectivo o joyas.
Una vez consiguen el dinero de
la víctima, a la que generalmente los estafadores le acompañan en un vehículo,
le solicitan que se baje del mismo con cualquier pretexto, momento que
aprovechan para abandonar el lugar con su dinero. Cuando la víctima acude
posteriormente a la administración de lotería para cobrar los boletos premiados
comprueba que éstos son falsos.
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