Es una iniciativa de la Asociación Hospi-Ratón.
El Hospital Universitario Severo Ochoa da un paso más en el proceso de humanización por el que tanto apuesta la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
El Ratoncito Pérez podrá visitar a los niños ingresados en la Unidad de Pediatría que pierdan un diente durante el tiempo que se prolongue su hospitalización. Forma parte de la colaboración solidaria que el hospital ha establecido con la Asociación Hospi-Ratón.
Detrás de esta iniciativa están Flor, Sole, Vanesa y Nieves. Son cuatro amigas que un día decidieron dar vida a Hospi-Ratón, una asociación que tiene como fin aliviar el estrés que sienten los padres cuando ven que su hijo hospitalizado ha perdido un diente y no tienen capacidad de reacción para avisar al Ratoncito Pérez, así como evitar, al mismo tiempo, el sufrimiento que invade a los niños por no saber cómo informar al Ratoncito de que están ingresados en el hospital.
Ratoncitos de tela
Las tres impulsoras de la Asociación Hospi-Ratón han creado de forma totalmente artesanal unos ‘ratoncitos mensajeros’ de tela que tienen como misión guardar los dientes caídos de los niños ingresados en Pediatría a la espera de la visita nocturna del Ratoncito Pérez, que dejará una sorpresa para que el niño la descubra al día siguiente, cuando se despierte.
Con esta acción solidaria, Hospi-Ratón ayuda a los padres a localizar al Ratoncito Pérez para que se desvíe de su camino y acuda al hospital a dejar un pequeño detalle mientras el niño permanece hospitalizado. Esta iniciativa, que se incorpora ahora al Hospital Severo Ochoa, ya ha comenzado a funcionar en el Hospital Universitario del Sureste y tiene la intención de continuar extendiéndose por otros hospitales de la Comunidad de Madrid.
El Ratoncito Pérez podrá visitar a los niños ingresados en la Unidad de Pediatría que pierdan un diente durante el tiempo que se prolongue su hospitalización. Forma parte de la colaboración solidaria que el hospital ha establecido con la Asociación Hospi-Ratón.
Detrás de esta iniciativa están Flor, Sole, Vanesa y Nieves. Son cuatro amigas que un día decidieron dar vida a Hospi-Ratón, una asociación que tiene como fin aliviar el estrés que sienten los padres cuando ven que su hijo hospitalizado ha perdido un diente y no tienen capacidad de reacción para avisar al Ratoncito Pérez, así como evitar, al mismo tiempo, el sufrimiento que invade a los niños por no saber cómo informar al Ratoncito de que están ingresados en el hospital.
Las tres impulsoras de la Asociación Hospi-Ratón han creado de forma totalmente artesanal unos ‘ratoncitos mensajeros’ de tela que tienen como misión guardar los dientes caídos de los niños ingresados en Pediatría a la espera de la visita nocturna del Ratoncito Pérez, que dejará una sorpresa para que el niño la descubra al día siguiente, cuando se despierte.
Con esta acción solidaria, Hospi-Ratón ayuda a los padres a localizar al Ratoncito Pérez para que se desvíe de su camino y acuda al hospital a dejar un pequeño detalle mientras el niño permanece hospitalizado. Esta iniciativa, que se incorpora ahora al Hospital Severo Ochoa, ya ha comenzado a funcionar en el Hospital Universitario del Sureste y tiene la intención de continuar extendiéndose por otros hospitales de la Comunidad de Madrid.
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