Al término de la trigésima jornada de liga, los pepineros continúan líderes con 53 puntos, tres más que el segundo, y cinco por encima del ‘Play-Off’ de ascenso.
Tras guardar un minuto de silencio en memoria de los fallecidos por el accidente en Tarragona, el choque arrancaba para el Leganés con la posibilidad de distanciarse hasta cinco puntos por encima del segundo clasificado.
Sin embargo, el Girona, bien posicionado durante toda la primera parte no lo iba a poner nada fácil. Al contrario. Los pepineros se vieron sorprendidos por la fuerza de los gerundenses en los primeros minutos. Junto al Tenerife y a los madrileños, los mejores de lo que va de segunda vuelta.
Además, la suerte no iba a acompañar a Asier, y a los quince minutos Omar Ramos tenía que retirarse del campo por culpa de unas molestias musculares que entre otras cosas, le impidió lanzar una falta perfecta para él en los primeros minutos. En su lugar, entró Szymanowski.
El dibujo táctico con cinco jugadores atrás para evitar los peligrosos centros laterales de los catalanes se mantenía. La intensidad e igualdad de ambos conjuntos era clara, a pesar de no haber oportunidades claras de gol en los primer periodo.
Los pepineros protestaron una posible mano en el área local, mientras que los de casa hicieron lo propio por un gol anulado tras haber derribado a Serantes en el área pequeña.
Ninguno de los dos equipos se marchó contento con la actuación arbitral al descanso.
Ya en la reanudación, el Girona siguió llevando la iniciativa en el partido, pese a la conjura inicial que habían realizado los jugadores pepineros reunidos en el centro del campo.
Y tuvieron la opción para adelantarse en el luminoso en un contraataque que finalmente culminó Szymanowski con un disparo que acabó en las manos de Becerra.
Quien no perdonaría sería Lekic. Tras un contraataque veloz y certero, el ‘gigante’ del Girona remató en llegada para estrenar el marcador.
Afortunadamente para los leganenses, no pasaron ni diez minutos y allí apareció, en el borde del área, el exgerundense Timor para hacer buena la asistencia de Szyma y poner las tablas en el luminoso.
Alegría en el banquillo del Leganes, consciente de la importancia de volver a sumar tras la última derrota sufrida en Butarque ante el Tenerife.
Lejos de neturalizar el ritmo del partido, el encuentro se abrió en los minutos finales pudiendo acabar con cualquier desenlace. El que más cerca estuvo de cambiarlo fue el Girona. Minutos después, lanzamiento al palo, falta peligrosa en el área pepinera por una cesión al portero, y paradón de Serantes para evitar el segundo de los rojiblancos.
Por su parte, el Leganés tuvo la última del choque con un disparo cruzado de Szymanowski en el segundo palo. Al final, reparto de puntos y a seguir soñando.
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