Normalidad en el primer encierro de Leganés, con tres heridos muy leves

El recorrido se ha desarrollado en términos generales "con tranquilidad y sin percances", según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado, y ha sido completado en 2 minutos y 30 segundos
El primer encierro de las Fiestas de Nuestra Señora de Butarque 2014 de Leganés, que ha dado comienzo a las 08:16 horas (el retraso se ha debido a un problema con la puerta de los toriles), se ha saldado con rapidez (ha durado 2 minutos y 30 segundos) y limpieza, pues sólo ha habido que atender a tres personas, dos por contusiones y otra por una erosión, todas ellas de carácter leve. El recorrido del encierro transcurre por las calles Getafe y Margarita, la Avenida de Gibraltar y la Calle del Maestro.

El alcalde de Leganés, Jesús Gómez, que ha presenciado el encierro, ha comentado al final del mismo que “ha sido un encierro sin incidencias, que se ha desarrollado con normalidad y bastante rápido, pues sólo ha durado dos minutos y 30 segundos. Afortunadamente sólo ha habido que atender a tres personas, todas ellas por problemas de carácter muy leve, dos por contusiones y una por una erosión”.

El primer edil ha añadido que “estamos muy satisfechos por el desarrollo del primer encierro de este año y deseamos que los dos que quedan transcurran de forma similar”, y ha aclarado que “el pequeño retraso en el inicio del encierro se ha debido a que el camión de los toros ha golpeado los toriles y no encajaba bien la puerta y ha habido que encajarla”. Jesús Gómez ha informado también de que “unas 5.600 han presenciado el final del encierro en la plaza, por lo que estamos también contentos con la participación de los vecinos en este primer encierro y animamos a que sigan asistiendo a los dos que aún quedan por celebrarse”.

El regidor leganense ha agradecido especialmente a Protección Civil, Policía Local y Policía Nacional “su trabajo y colaboración en los encierros, que es fundamental para el buen desarrollo de los mismos”. El dispositivo de seguridad de los encierros, coordinado por el Jefe de Policía Local de Leganés, Juan José López Ferrer, bajo la supervisión de la concejal de Seguridad Ciudadana, Noemí Selas, se compone de 11 ambulancias (dos UVI), 30 efectivos de Policía Local, 30 de Policía Nacional (incluidos miembros de la Unidad de Intervención Policial) y 80 voluntarios de Protección Civil.

Comentarios

poejosman ha dicho que…
Hay un Leganés respetable, aunque nos duela las heridas de los toros. El martirio animal como espectáculo tras el encierro.

Leganés era un pueblo en torno a un manicomio, hoy, todo es un manicomio, que cuenta con personas recluidas por dolorosas melancolías y controladas esquizofrenias.
Las verdaderas demencias leganeamos fuera, en la selva del asfalto, en la deriva infinita de la cerviz herida de los toros en la lidia.
Ese es el verdadero desequilibrio, el manicomio profundo e infernal de la ciudad. El reino de Hades naufrago sin remisión. La Odisea sin Ulises y sin rumbo.

Josman.
Y hay otra locura peor que la tortura animal, esa que se hace para divertirse, para calmar la zona sanguinaria de los cerebros de fiera que aún conservan la mayoría de las personas.

Esa locura peor no es otra que, previo paso por taquilla, pone en peligro a los jóvenes que voluntariamente quieren vivir sin trabajar en los oficios más comunes a cambio de derramar adrenalina del respetable, aunque sea a costa de la propia sangre.

Y es esta segunda locura, amigo Josman, la que siempre he considerado más paleolítica, más atroz y más canalla. Es la misma locura que infecta a los fundamentalistas que atan una bomba al pecho de sus hijos, les hacen un video de recuerdo y los estampan contra un autobús en Gaza.

Hay formas de sacrificio que son admirables, en las que se ve el amor y la entrega a los demás. También hay profesiones con riesgo, en las que el bombero, el policía o el soldado obedecen órdenes para ayudar a la comunidad a no sucumbir. Y luego están las muertes del circo romano, esas que previo pago estimulan a una sociedad tan atocinada que no encuentra otro modo de despertarse que ofrecer a un fulanito un traje brillante, una capa o una mochila con una carga buena de metralla, para que las cámaras puedan apreciar bien lo que son heridas sangrantes convenientemente abonadas o cachitos de cuerpo humano escalfado en una pared, con objeto de que el mundo tiemble. Y en el caso de los cachitos, la cámara pasará dos veces para vender un sacrificio por dos, a ser posible, doble terror al precio de uno.

El toro humano es el que a mí me horroriza, Josman. Porque la pretendida libertad del torero para elegir es tan falsa como la de la mujer que se mueve entre el violador y su navaja.

Superado el paleolítico, creo que la fiesta taurina debería evolucionar hacia la cría y exhibición de los animales más bonitos de la tierra: hombres y toros, pero sin la sangre y la muerte esperando en cualquier momento. Que los espectadores amuermados se busquen la adrenalina por sí mismo, que llenen con gasolina su propio motor y dejen de comprar potitos de vida interesante, porque la mejor comida y la mejor y más emocionante vida es la que podemos hacernos nosotros mismos. Lo otro es sucedáneo.
Anónimo ha dicho que…
Buena reflexión, exconcejala. No estoy del todo seguro de que los instintos primitivos sean los que nos llevan a las plazas, pero después de leerte me lo plantearé. De verdad tienes un don para hacer pensar, aunque tu expresión es algo desgarrada y bruta. Reconozco la inteligencia cuando la veo y tú, Lola Montoro, eres muy inteligente. Ficha por alguna fuerza política, tendrás seguidores, porque estamos demasiado acostumbrados a que nos den mentiras con vaselina y supongo que tú dirías las cosas que creyeras ciertas por mucho que duelan y si te equivocaras igualmente lo dirías.
poejosman ha dicho que…
Leerte Lola, es un aprendizaje permanente, permíteme recoger este comentario que es un articulo, no para plagiarte, pero si para darle solo una brisa primaveral, y llegue aunque sólo sea a media docena de ojos, y refresquemos los anaqueles del alma, que falta nos hace.
Recibe un abrazo, y gracias por abrirnos camino a los desbrujulados, que ya es bastante.

JOSMAN