El alcalde bloquea en las redes sociales las opiniones que le critican: Solo quiere palmeros y fans

Cobra un dineral por gobernar Leganés pero prefiere la bronca en las redes sociales. Es el alcalde de Leganés quien, con su cuenta oficial en twitter (con el móvil que le pagan todos los vecinos) pasa el tiempo de gresca en gresca. Acude rápido siempre que huele sangre.
Pero la democracia no le va a amargar sus nuevas vacaciones, por eso ya decide bloquear las opiniones y críticas que no le aplauden. ¿Solo quiere palmeros?

En este caso la bronca ha sido con el periodista conservador Hermann Tertsch. El motivo la dura crítica del periodista a la contratación de un abogado que fue condenado (y estuvo en la cárcel) por colaborar con ETA. El alcalde se defiende diciendo que, pese a trabajar para el Ayuntamiento en dos procesos, NO piensa pagarle.

Pero llegado un punto, Jesús Gómez, no acepta más libertad de expresión (¡Hasta ahí podríamos llegar!) y anuncia que bloquea en twitter al conocido periodista conservador. Así admite las críticas este personaje que gobierna la ciudad. Juzguen los lectores este comportamiento.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
¿No decía Hermann Tertsch que no iba a trabajar para la oposición de Leganés?
Parece que ha picado.
Anónimo ha dicho que…
Palmeros y chupocteros jajajajja lo que siempre han sido, si ya les conocemos de otras actuaciones.
Anónimo ha dicho que…
Chusín te quedan dis telediarios al frente del gobierno de leganés, afortunadamente y ya era hora! pero lo que espero es que no te den ni la opción de estar en la opo llevándotelo muerto encima. espero que el PP prescinda de ti, porque políticos como tú son los que generan el descrédito y la aversión màs profunda entre los ciudadanod a la consabid y tan traída y llevada casta
Anónimo ha dicho que…
Demasiado bueno para ser verdad.
Anónimo ha dicho que…
¿ el silencio de los concejales del equipo de gobierno y del psoe?
Anónimo ha dicho que…
Están de vacaciones.
Anónimo ha dicho que…
Este tío es bobo. ya le tenemos calao' qué cosa màs tonta