El Hospital Severo Ochoa impulsa mejoras en el cuidado de pacientes crónicos con pluripatología

El Hospital Universitario Severo Ochoa ha logrado mejorar la atención de los pacientes crónicos con varias patologías gracias a la implantación de la figura de la enfermera hospitalaria de enlace, que ha atendido entre los años 2009 y 2013 un total de 840 pacientes (434 hombres y 406 mujeres).

La enfermera de enlace tiene como objetivo facilitar la coordinación entre los profesionales de las distintas unidades y niveles asistenciales (Hospital y centros de Atención Primaria), planificando todas las acciones que permiten, de forma integral, cubrir las necesidades de los pacientes y de sus familiares.

El perfil del usuario de esta Unidad se corresponde con un enfermo crónico con varias patologías que requiere, tras recibir el alta del hospital, cuidados complejos en el domicilio. La enfermera de enlace presta asistencia tanto al paciente como al cuidador, dando prioridad a la información y coordinación y planificando el alta y sus necesidades desde que se evalúa el caso durante la hospitalización.

Así, enlaza todas las intervenciones (médicas, de Enfermería, sociales, etc.) del paciente y su familia, asegurando la continuidad en el Plan de Cuidados. Entre los años 2009 y 2013 además de los pacientes atendidos, se ha prestado apoyo a 759 cuidadores, de los que la mayoría han sido mujeres (578) y sólo 181 hombres. En cuanto a las edades, la mayor parte de los pacientes tiene entre 75 y 95 años (58%) y entre los cuidadores predominan los menores de 75 años (76%).


Diagnósticos principales de los pacientes

Los principales diagnósticos de los pacientes atendidos por la enfermera de enlace son el ictus (22,5%), las infección respiratoria (11,67%) y la pluripatología (10%). En cuanto a los problemas de cuidados, los más frecuentes son el deterioro de la movilidad (27%), la intolerancia a la actividad (13,6%) y la respiración ineficaz (10%). Los cuidadores por su parte presentan problemas relacionados con la disposición para mejorar los conocimientos (24%), conflicto de decisiones (16,6%) y riesgo de cansancio en el rol del cuidador (13,6%), entre otros.

Las principales intervenciones realizadas por la enfermera de enlace han sido de intercambio de información (38,3%), educación sanitaria (18,2%), apoyo en la toma de decisiones (14,9%), apoyo al cuidador principal (13,5%), aumentar los sistemas de apoyo (8,9%) y aumentar el afrontamiento (8,8%) Como conclusiones de la implantación de esta figura, destaca la buena acogida de los profesionales tanto del Hospital como de Atención Primaria, la alta satisfacción de los usuarios, un aumento del intercambio de información mejorando la continuidad de los cuidados y un descenso en el número de reingresos, que han pasado de 28 en 2009 a 8 en 2013.

Los resultados de la figura de la enfermera de enlace del Hospital han sido presentados en la I Jornada de Cronicidad y Continuidad Asistencial, organizada por la Coordinación de la Estrategia de atención a pacientes con enfermedades crónicas de la Comunidad de Madrid y la Coordinación de direcciones de continuidad asistencial de la Consejería de Sanidad recientemente en el Hospital Universitario Ramón y Cajal.

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