El Planeta Móvil de La Caixa ofrece a los alumnos de Leganés la posibilidad de adentrarse en la astronomía y la biología
La Concejalía de Educación y Cultura y la Obra Social La Caixa ofrecen a los alumnos de los centros de nuestra ciudad esta actividad, a través de la cual, gracias a proyecciones en 180 grados, pueden conocer más del universo y de los seres vivos microscópicos
Hoy en día, por culpa de las luces y de la contaminación, los habitantes de las grandes ciudades hemos olvidado el espectáculo que puede ofrecernos el cielo nocturno. Por ello, los planetarios se han convertido, ahora más que nunca, en herramientas imprescindibles para enseñar astronomía básica y en ventanas abiertas al cosmos, que nos permiten maravillarnos con la contemplación del cielo y que, además, hacen posible que descubramos cuál es nuestro lugar y cuál nuestra relación con el universo que nos rodea.
El Planeta Móvil es un recurso audiovisual dentro de una cúpula hinchable de cinco metros de diámetro y tres metros de altura, dotada de un proyector con ‘ojo de pez’ que proyecta en 180 grados, en la que se proyectan vídeos de temática científica con una sensación de inmersión total. Los cuatro programas que componen ‘El cielo de las estaciones’ muestran el firmamento de cada una de las estaciones visible a simple vista desde nuestras latitudes, tal como lo veríamos si no nos molestasen ni las luces ni la contaminación de la gran ciudad. A continuación, el programa describe las principales constelaciones, y gracias a ellas, los alumnos aprenderán a orientarse localizando la Estrella Polar, la estrella que nos indica el Norte y que podemos ver durante todo el año al estar fija en el cielo. Durante la proyección también se hace mención de las leyendas y mitos asociados a las principales constelaciones visibles a lo largo del año.
Los estudiantes pueden comprobar también en esta instalación cómo es el mundo de los seres vivos microscópicos a través de la proyección ‘Nanocam’, que ofrece un punto de vista único, didáctico y divertido para acercar a los chavales a estos seres vivos ‘invisibles’. Este programa simula imágenes de microscopios electrónicos que ‘reducen’ a los participantes al tamaño de una bacteria para observar el mundo a esa escala y poder pasear por cada uno de los reinos de los seres vivos.
Hoy en día, por culpa de las luces y de la contaminación, los habitantes de las grandes ciudades hemos olvidado el espectáculo que puede ofrecernos el cielo nocturno. Por ello, los planetarios se han convertido, ahora más que nunca, en herramientas imprescindibles para enseñar astronomía básica y en ventanas abiertas al cosmos, que nos permiten maravillarnos con la contemplación del cielo y que, además, hacen posible que descubramos cuál es nuestro lugar y cuál nuestra relación con el universo que nos rodea.
El Planeta Móvil es un recurso audiovisual dentro de una cúpula hinchable de cinco metros de diámetro y tres metros de altura, dotada de un proyector con ‘ojo de pez’ que proyecta en 180 grados, en la que se proyectan vídeos de temática científica con una sensación de inmersión total. Los cuatro programas que componen ‘El cielo de las estaciones’ muestran el firmamento de cada una de las estaciones visible a simple vista desde nuestras latitudes, tal como lo veríamos si no nos molestasen ni las luces ni la contaminación de la gran ciudad. A continuación, el programa describe las principales constelaciones, y gracias a ellas, los alumnos aprenderán a orientarse localizando la Estrella Polar, la estrella que nos indica el Norte y que podemos ver durante todo el año al estar fija en el cielo. Durante la proyección también se hace mención de las leyendas y mitos asociados a las principales constelaciones visibles a lo largo del año.
Los estudiantes pueden comprobar también en esta instalación cómo es el mundo de los seres vivos microscópicos a través de la proyección ‘Nanocam’, que ofrece un punto de vista único, didáctico y divertido para acercar a los chavales a estos seres vivos ‘invisibles’. Este programa simula imágenes de microscopios electrónicos que ‘reducen’ a los participantes al tamaño de una bacteria para observar el mundo a esa escala y poder pasear por cada uno de los reinos de los seres vivos.
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