El asesinato de Bruno se produjo tras una pelea que se inició entre dos grupos en el interior de una discoteca en el 2008
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a catorce años de prisión al autor material del asesinato de un joven de 19 años en La Cubierta el 24 de mayo de 2008.
En la sentencia, los magistrados consideran a Jonathan P.J. autor responsable de un delito de homicidio, con la agravante de superioridad, mientras que a Francisco José G.G. le consideran coautor, por lo que se le impone una pena de doce años y medio de cárcel. A los otros dos procesados se les condena a tres años de prisión por un delito de lesiones y se les absuelve del delito de homicidio del que estaban acusados por el Ministerio Público.
Los magistrados basan las penas en las declaraciones de los procesados, en las testificales y en la audición de las conversaciones mantenidas por los procesados entre sí y con terceras personas.
En una de las escuchas, el acusado Hilario J. habla con Jonathan P.J. sobre la pelea y le incrimina como el autor del botellazo. "¿Tú conoces a ésos? A los de eso de allí, que tuviste movida, te has buscao la ruina lo sabes, ¿no?", comenta.
"Jonathan parece no haber entendido e Hilario le repite 'Había dos jichos con ellos, ¿no? Cuando te vieron pincharle, ¿no?", momento en el que Jonathan reconoce de forma inequívoca la autoría de la muerte de Bruno Sánchez Ortega al responder, enojado: "¡Que no me vio nadie pincharle!", recoge la resolución.
Para la Sala, se trata de una conversación definitiva con la que los magistrados "no les cabe ninguna duda de que el referenciado procesado Jonathan P.J. fue quien asestara el botellazo a Bruno Sánchez Ortega que acabó con su vida".
Conforme a los testigos, la Sección expone que el autor material golpeó a la víctima junto con Jonathan. "Y le siguió agrediendo después de que éste le asestara el primer botellazo de arriba hacia abajo, para después propinarle el segundo de abajo hacia arriba que le provocó la muerte", añade el fallo.
Hechos probados
Los hechos se produjeron el 24 de mayo de 2008 sobre las 5.45 horas de la madrugada, cuando se inició una pelea en los baños del bar de copas PK2, situado en La Cubierta de LEGANÉS, entre dos grupos en los que se encontraban Hilario, José Antonio, Joaquín, Bruno, David y más personas que no han podido ser identificadas.
La pelea se trasladó a la pista de baile, agregándose entonces más personas por uno y otro bando. En el transcurso de la refriega, Jonathan estrelló una botella de cristal en la cabeza de Bruno, ocasionándole una herida en el cuello. Instantes después éste cayó al suelo y comenzó a sangrar abundantemente.
En la intervención posterior del SUMMA se certificó que, además de una herida grave de arma blanca en el cuello, que le afectaba a la tráquea y la yugular, el fallecido presentaba un traumatismo craneoencefálico severo.
El asesinato de Bruno conmocionó a los vecinos de Leganés durante mucho tiempo. Ese año registró un triste record de homocidios en la ciudad.
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a catorce años de prisión al autor material del asesinato de un joven de 19 años en La Cubierta el 24 de mayo de 2008.En la sentencia, los magistrados consideran a Jonathan P.J. autor responsable de un delito de homicidio, con la agravante de superioridad, mientras que a Francisco José G.G. le consideran coautor, por lo que se le impone una pena de doce años y medio de cárcel. A los otros dos procesados se les condena a tres años de prisión por un delito de lesiones y se les absuelve del delito de homicidio del que estaban acusados por el Ministerio Público.
Los magistrados basan las penas en las declaraciones de los procesados, en las testificales y en la audición de las conversaciones mantenidas por los procesados entre sí y con terceras personas.
En una de las escuchas, el acusado Hilario J. habla con Jonathan P.J. sobre la pelea y le incrimina como el autor del botellazo. "¿Tú conoces a ésos? A los de eso de allí, que tuviste movida, te has buscao la ruina lo sabes, ¿no?", comenta.
"Jonathan parece no haber entendido e Hilario le repite 'Había dos jichos con ellos, ¿no? Cuando te vieron pincharle, ¿no?", momento en el que Jonathan reconoce de forma inequívoca la autoría de la muerte de Bruno Sánchez Ortega al responder, enojado: "¡Que no me vio nadie pincharle!", recoge la resolución.
Para la Sala, se trata de una conversación definitiva con la que los magistrados "no les cabe ninguna duda de que el referenciado procesado Jonathan P.J. fue quien asestara el botellazo a Bruno Sánchez Ortega que acabó con su vida".
Conforme a los testigos, la Sección expone que el autor material golpeó a la víctima junto con Jonathan. "Y le siguió agrediendo después de que éste le asestara el primer botellazo de arriba hacia abajo, para después propinarle el segundo de abajo hacia arriba que le provocó la muerte", añade el fallo.
Hechos probados
Los hechos se produjeron el 24 de mayo de 2008 sobre las 5.45 horas de la madrugada, cuando se inició una pelea en los baños del bar de copas PK2, situado en La Cubierta de LEGANÉS, entre dos grupos en los que se encontraban Hilario, José Antonio, Joaquín, Bruno, David y más personas que no han podido ser identificadas.
La pelea se trasladó a la pista de baile, agregándose entonces más personas por uno y otro bando. En el transcurso de la refriega, Jonathan estrelló una botella de cristal en la cabeza de Bruno, ocasionándole una herida en el cuello. Instantes después éste cayó al suelo y comenzó a sangrar abundantemente.
En la intervención posterior del SUMMA se certificó que, además de una herida grave de arma blanca en el cuello, que le afectaba a la tráquea y la yugular, el fallecido presentaba un traumatismo craneoencefálico severo.
El asesinato de Bruno conmocionó a los vecinos de Leganés durante mucho tiempo. Ese año registró un triste record de homocidios en la ciudad.
Comentarios
Pero lo mas grave es que la victima seguirla muerta, por un acto infame de unos canallas descerebrados, que no respetan a los demás ni la vida ajena.
De nuevo, mi mas sentido pésame a la familia y los allegados, que serán los que arrastren durante toda su vida esta desgracia.
Wasabi