La Comunidad tendrá que pagar 150.000 euros a una paciente por diagnosticar como catarro una tuberculosis
Grave error en el centro de salud Jaime Vera
Condena al SERMAS porque durante casi 2 años un Médico de Primaria, sin realizar prueba alguna, diagnosticó a una joven de catarro y lumbago cuando lo que tenía era tuberculosis. Ahora la afectada ha quedado con una Invalidez Absoluta por graves secuelas pulmonares.
Nota de la oficina El Defensor del Paciente:
"Informamos que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Sección 8ª, en Sentencia tramitada por los Servicios Jurídicos de El Defensor del Paciente, ha condenado al Servicio Madrileño de Salud al pago de una indemnización de 150.000 Euros por la deficiente asistencia médica prestada a G. A. M. en el CENTRO DE SALUD JAIME VERA DE LEGANÉS.
G. A. M. de 23 años acudió al Centro de Salud Jaime Vera en consulta a su médico de Atención Primaria por presentar pérdida de peso, vómitos y náuseas. Al poco tiempo acudió nuevamente presentando tos seca que fue valorada como un catarro, continuaba la tos, fiebre y expectoración acudiendo en diversas ocasiones al médico de Atención Primaria.
Los síntomas iban aumentando sin que se realizase prueba alguna, ni una radiografía de tórax ni una analítica, pero se le diagnosticaba “catarro”. Además de la tos comenzó un dolor dorsal derecha se le indicó era una contractura muscular, persistiendo los síntomas un año después y esta vez sin hacerle prueba alguna se le diagnostica de “lumbago”.
Tras dos años con los síntomas y toda vez el empeoramiento que iba sufriendo acudió al servicio de Urgencias del Hospital Severo Ochoa, allí se le vuelve a remitir a su médico de Atención Primaria indicándole que era “ansiedad”. Llevaba desde el año 2003 presentando empeoramiento de los síntomas sin realizarle prueba alguna por su médico de Atención Primaria a quien acudía periódicamente hasta que en enero de 2006 se decide remitirla al Hospital Severo Ochoa donde es diagnosticada de Tuberculosis.
Dado el tiempo transcurrido desde que comenzaron los síntomas los daños pulmonares son irreversibles, tiene que pasar por dos intervenciones quirúrgicas, continuos tratamientos médicos, con una minusvalía del 44% y con una incapacidad permanente absoluta a sus 25 años.
Durante el procedimiento tanto el perito de parte como el perito judicial aseguraron que si se hubiera efectuado a la paciente una radiografía de tórax al comienzo de los síntomas se habría diagnosticado una tuberculosis primaria que podría haber sido tratada y curar sin secuelas. Debido a que el médico de familia no realizó prueba alguna ni puso atención a los síntomas que presentaba la paciente se tardó más de dos años en diagnosticarla, presentando ya graves lesiones pulmonares que le han originado unas graves secuelas de por vida.
La Sala reconoce como en el presente caso existe responsabilidad de la administración al apreciarse mala praxis en el actuar sanitario del médico de familia del Centro de Salud Jaime Vera (Leganés) que debió realizar un diagnóstico más precoz de la tuberculosis pulmonar.
La defensa del caso ha sido tramitada por la Letrada Carmen Fernández-Bravo García, especialista en derecho sanitario y adscrita a los servicios jurídicos de El Defensor del Paciente".
Condena al SERMAS porque durante casi 2 años un Médico de Primaria, sin realizar prueba alguna, diagnosticó a una joven de catarro y lumbago cuando lo que tenía era tuberculosis. Ahora la afectada ha quedado con una Invalidez Absoluta por graves secuelas pulmonares.
Nota de la oficina El Defensor del Paciente:
"Informamos que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Sección 8ª, en Sentencia tramitada por los Servicios Jurídicos de El Defensor del Paciente, ha condenado al Servicio Madrileño de Salud al pago de una indemnización de 150.000 Euros por la deficiente asistencia médica prestada a G. A. M. en el CENTRO DE SALUD JAIME VERA DE LEGANÉS.
G. A. M. de 23 años acudió al Centro de Salud Jaime Vera en consulta a su médico de Atención Primaria por presentar pérdida de peso, vómitos y náuseas. Al poco tiempo acudió nuevamente presentando tos seca que fue valorada como un catarro, continuaba la tos, fiebre y expectoración acudiendo en diversas ocasiones al médico de Atención Primaria.
Los síntomas iban aumentando sin que se realizase prueba alguna, ni una radiografía de tórax ni una analítica, pero se le diagnosticaba “catarro”. Además de la tos comenzó un dolor dorsal derecha se le indicó era una contractura muscular, persistiendo los síntomas un año después y esta vez sin hacerle prueba alguna se le diagnostica de “lumbago”.
Tras dos años con los síntomas y toda vez el empeoramiento que iba sufriendo acudió al servicio de Urgencias del Hospital Severo Ochoa, allí se le vuelve a remitir a su médico de Atención Primaria indicándole que era “ansiedad”. Llevaba desde el año 2003 presentando empeoramiento de los síntomas sin realizarle prueba alguna por su médico de Atención Primaria a quien acudía periódicamente hasta que en enero de 2006 se decide remitirla al Hospital Severo Ochoa donde es diagnosticada de Tuberculosis.
Dado el tiempo transcurrido desde que comenzaron los síntomas los daños pulmonares son irreversibles, tiene que pasar por dos intervenciones quirúrgicas, continuos tratamientos médicos, con una minusvalía del 44% y con una incapacidad permanente absoluta a sus 25 años.
Durante el procedimiento tanto el perito de parte como el perito judicial aseguraron que si se hubiera efectuado a la paciente una radiografía de tórax al comienzo de los síntomas se habría diagnosticado una tuberculosis primaria que podría haber sido tratada y curar sin secuelas. Debido a que el médico de familia no realizó prueba alguna ni puso atención a los síntomas que presentaba la paciente se tardó más de dos años en diagnosticarla, presentando ya graves lesiones pulmonares que le han originado unas graves secuelas de por vida.
La Sala reconoce como en el presente caso existe responsabilidad de la administración al apreciarse mala praxis en el actuar sanitario del médico de familia del Centro de Salud Jaime Vera (Leganés) que debió realizar un diagnóstico más precoz de la tuberculosis pulmonar.
La defensa del caso ha sido tramitada por la Letrada Carmen Fernández-Bravo García, especialista en derecho sanitario y adscrita a los servicios jurídicos de El Defensor del Paciente".
Comentarios