Luis Francisco Abanades, novillero: 'La Cubierta es un decorado porque al tema taurino no se dedica casi nada'

“Es una lástima que se aproveche tan poco la plaza de toros de Leganés para organizar festejos taurinos, que son casi nulos. Siendo una plaza cubierta en enero o febrero, cuando la gente tiene mono de toros en Madrid, podría acoger un ciclo anual de novilladas, que cuesta poco”. Lo afirma el novillero leganense Luis Francisco Abanades Toribio (8-9-1989) quien lleva tres años aprendiendo el arte de los ruedos en la Escuela Taurina de Arganda del Rey Fundación El Juli.

“Uno de mis sueños es torear en Leganés y la única oportunidad es en las fiestas patronales”, señala quien lamenta que los toreros locales no puedan entrenar en La Cubierta, lo contrario de lo que sucede en la plaza de toros de Getafe, donde disponen incluso de llaves propias para acceder sin problemas al coso.

-¿Cuándo empezó tu afición por los toros?
-Viene de siempre. Empezó más en serio cuando cumplí los 15 años y decidí ingresar en la Escuela Taurina de Madrid. Posteriormente fui a la Escuela Taurina de Arganda del Rey Fundación El Juli, que es donde estoy ahora. Desde pequeño iba a los toros con mi padre. En mi familia siempre ha habido un vínculo aficionado, aunque no profesional, con el mundo taurino. Entonces, decidí probar el toreo, me gustó… y hasta ahora.

-Una cosa es la afición por los totos y otra quererte dedicar a ello de manera profesional.
-Al principio, no pensaba que iba a ir tan en serio. Pero desde que me puse por primera vez delante del novillo, me encantó. Tuve unas sensaciones diferentes, muy bonitas y agradables. A partir de ahí lo vi como una forma de vida.

-Y toreaste por primera vez.
-Debuté en agosto de 2008. Ese año fue de transición por lo que sólo toreé un becerro. El 2009 fue mi primer año como novillero y toreé en 13 festejos en Ciudad Real, Toledo y Madrid.

-¿Y este año?
-Está más flojo. Llevo 6 festejos y tengo 3 fechas confirmadas (Cuenca y Becerril de la Sierra) y espero que salga alguna más.

-¿Es una temporada floja por la crisis o por las protestas antitaurinas?
-No es por los antitaurinos. Es más por la crisis. Un ayuntamiento que antes organizaba tres festejos, ahora sólo hace uno. Se han reducido mucho las novilladas.

-¿Para cuándo tomar la alternativa?
-Ojalá pueda llegar. Es mi sueño y creo que sí se puede conseguir con mucha ilusión, esfuerzo y trabajo.

-¿De qué depende?
-De cuando uno esté preparado para dar ese paso. No hay fecha ni tiempo límite. Hay gente que es muy precoz y la toma en unos pocos años, mientras que otros están más tiempo. No por llegar antes vas a ser mejor torero.

-¿Qué te dijeron tus amigos cuando supieron que ibas para torero?
-Yo no empecé ni muy pronto ni muy tarde. Nadie lo sabía. Mis padres no lo querían. Casi sin saber dónde estaba la Escuela de Toros de Madrid, tomé el Metro, me planté allí, cogí los papeles, llegué a casa y le pedí a mi padre que me firmara los poderes notariales de autorización porque era menor. Le sorprendió, pero me ayudó. Mi hermano se lo dijo a los profesores y estos a mis amigos. Al principio, la gente lo ve un poco raro, porque no es algo muy común; pero bien.

-¿Cómo llevas lo del miedo?
-Miedo, miedo, he pasado poco. Más que miedo son nervios y responsabilidad de estar ahí y hacerlo bien. Miedo físico, hay que tener el mínimo. Siempre debe de haber un respeto. Más que el novillo imponen las dificultades que uno intenta resolver. Aún no me he enfrentado al toro, que es la prueba máxima que te dice si vales o no.

-Otro objetivo será torear en Leganés, tu ciudad.
-Para mí sería algo ilusionante. Me gustaría mucho. Lo que pasa es que me gustaría que un día Leganés tuviera una plaza de toros porque ahora mismo yo digo que es un decorado de plaza de toros porque no se dedica para nada al tema taurino. Toros no hay. El uso taurino de La Cubierta es mínimo, casi nulo. Se da un festejo en fiestas porque están obligados y nada más. Yo creo que una plaza cubierta, como la de Leganés, que es una plaza buena, se podría aprovechar un poco mejor. Al ser una plaza de toros cubierta se podría aprovechar en enero y febrero cuado no hay toros en ninguna parte y la gente tiene mono de festejos en Madrid.

-¿Hay un tiempo límite de permanencia en la Escuela del Juli?
-Según vayan viendo ellos. Dos años como mínimo y, si no has progresado, te invitan a irte. Llevo tres y seguiré uno más. Espero que dentro de dos años pueda debutar con caballos y seguir hacia delante.

-¿Tus padres lo pasan mal?
-Nunca se lo he preguntado. Mi padre siempre va a verme. Mi madre suele ir poco, aunque estuvo en mi debut de luces. Aunque mis padres siempre me apoyan.

-Ídolos actuales.
-Ahora no puedes admirar sólo a un torero porque hay bastantes, con muchos conceptos, y todos son figuras admirables y repetables. A mí el que me vuelve loco es José Tomás. Luego también están Morante, El Juli…

-¿Se puede vivir de toreo?
-Al principio, es complicado, luego sí se puede. Más que tener un buen apoderado, aquí siempre hay que valer. No puedes decir ‘no llegué porque no me ayudaron’; eso es engañarse a uno mismo. Si un día llego y no valgo o no puedo vivir de ello tendré que dejarlo.

-Siempre ha habido tradición taurina en Leganés.
-Uceda Leal tiene mucha familia aquí y es casi condierado como un leganense más, luego están Javier Cerrato, Antonio Rosales, Jorge Arellano y el novillero Francisco Pajares. Sí hay una aficion que se debería mover. Es una pena que no se aproveche esta plaza.