'Muerte digna' es el título de una charla-debate con proyección de un audiovisual que tendrá lugar este miércoles 17 de marzo, a las 18,30 horas, en el centro de mayores y asuntos sociales Juan Muñoz.
El acto estará presentado por un integrante de la asociación de vecinos de Barrio Centro; e intervendrán Maribel Teijell, enfermera de reanimación del hospital Severo Ochoa; Fernando Soler, médico del centro sanitario leganense; y miembros de la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD).
Previamente, se proyectará 'La muerte voluntaria en el cine' de Manuel García Teigell.
Comentarios
JOSMAN.
Mal asunto si empiezan a llenar la ciudad de cartelajos y basura, anunciándose comno las casas de citas de carretera, cuando abren las puertas en un nuevo club.
Ya había paliativos y tratamiento digno a los moribundos antes dde que estos espabilados cogieran el tema y vivieran de él. Y lo que es más sangrante, este tratamiento y este servicio no se presta normalmente en el medio hospitalario, donde estos buitres tienen el nido. Porque aunque lo obvien y no lo digan, la mayoría de la gente muere en su cama y no en las camas públicas, porque la mayoría de la gente quiere estar en su casa y no en un centro público, salvo que las complicaciones sean inabordables por la familia.
No sé si han caído en todos los que somos y en que todos nos morimos. La gente donde quiere pasar sus últimos días es en su casa con la asistencia de su médico personal, no el mariscal del Severo Ochoa, príncipe entre los médicos, que si tuviera que atender a todo el que se muere tendría que tener mil clones.
Qué fácil es polemizar y decir mentira. Qué fácil ponerse plumas, como si la gente hubiera muerto a gritos hasta que estos se dieron cuenta... pero qué animales y que desgraciados? ¿pero qué se creen que hacen los médicos de cabecera desde el comienzo de los tiempos?
Solo les digo que a veces hay descuidos y a veces un moribundo puede sufrir porque alguien no está actuando del todo bien, su médico y su enfermera de familia, pero es mucho más fácil que ellos, los Soler y el Muertes, se equivoquen, como lo demuestra los múltiples bolos mortales que pusieron a muchos enfermos que acudieron a urgencias a tratar complicaciones agudas dentro de su enfermedad incurable y terminaron muertos porque a éstos les pareció que el fin había llegado, sin consultar a nadie. Y pusieron tranxilium, dormicum y morfina en dosis que hubieran matado a un mulo, cuanto más a una persona debilitada. Y no les hablo de miligramos por no aburrir, pero mataron... lo que pasa es que a cuerpo incinerado (cuerpos incinerados) no se les puede autopsiar para demostrar la causa de muerte.
Vamos, como lo de Capone, que todo el mundo sabe que era un angelito que sólo defraudaba a Hacienda en el Chicago de los años 20.
A última hora de ayer oí por la calle una conversación de personas mayores que acuden al centro Juan Muñoz, que se vieron sorprendidas por el documental sobre la muerte. Decían que es como mentar la soga en la casa del ahorcado. Muchas de estas personas sufren depresiones y hacen a veces un gran esfuerzo por salir de casa y relacionarse con otra gente en los centros para mayores. Sabiendo que muchas de estas personas no están en las mejores condiciones psicológicas, hace falta valor para prepararles lo que ellos vivieron como encerrona sobre la muerte digna. No digo que no se hagan este tipo de actos, pero no se le pueden ofrecer al grupo de personas que más depresiones sufre y que les ronda la idea de la muerte con frecuencia, para deprimirlos un poco más. Que el que quiera asistir a un acto sobre la muerte sea por libre decisión, pero no se les puede poner un documental a personas que van al centro de mayores por costumbre, a distraerse un rato, y que ni siquiera sabían lo que iban a ver.
Cuando algunos le piden a los concejales que trabajen más, yo les pediría lo contrario, que no hagan nada, porque cuando se ponen se cubren de gloria, como en este caso Emilia Quirós.