Un grupo de falsos guardias civiles hacía seguimientos para asaltar casas

- Leganés era también el escenario donde actuaba una peligrosa banda de falsos guardias civiles. Hacían seguimientos a ciudadanos para, en su ausencia, asaltarles sus viviendas.

- Se hacían pasar por guardias civiles mediante el uso de placas emblema, chalecos reflectantes y armas de fuego para intimidar a los moradores y acceder a los domicilios

- El grupo se encontraba asentado en Zaragoza, pero tenía un piso franco en Madrid para atacar viviendas en esta comunidad y provincias limítrofes.

- Los nueve detenidos, de origen sudamericano, elegían como objetivo viviendas de compatriotas sobre las que tuvieran información privilegiada sobre objetos de valor

Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con la Guardia Civil, han desarticulado un grupo organizado de agentes ful que asaltaba viviendas habitadas. Se hacían pasar por guardias civiles mediante el uso de placas emblema, chalecos reflectantes y armas de fuego para intimidar a los moradores y acceder a los domicilios.

El grupo se encontraba asentado en Zaragoza, pero tenía un piso franco en Madrid para atacar viviendas en esta comunidad y provincias limítrofes. Los nueve detenidos, de origen sudamericano, elegían como objetivo viviendas de compatriotas sobre las que tuvieran información privilegiada sobre objetos de valor. Han sido incautadas cinco pistolas en una “caleta” eléctrica practicada a uno de los tres vehículos del grupo.

Eran terceras personas quienes facilitaban la elección de la vivienda objetivo -normalmente con moradores también de origen sudamericano-, en función del dinero en efectivo o de objetos de valor, como joyas, obras de arte o incluso sustancias estupefacientes, que pudiera albergar. Antes de emprender el asalto, el grupo realizaba un estudio previo de la vivienda seleccionada para conocer el número exacto de moradores, así como sus horarios y el momento idóneo para poder acceder a la misma.

Seguimientos “profesionales”

Para llevar a cabo estas vigilancias, el grupo mostraba un alto grado de organización y disciplina; se valía en los seguimientos de equipos de trasmisiones e incluso llegaban a establecer relevos y turnos de trabajo para mantener los controles de forma ininterrumpida. Una vez contaban con la información, procedían a asaltar la vivienda. Para ello simulaban ser miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, identificándose con placas emblema de la Guardia Civil, vistiendo chalecos reflectantes similares a los habitualmente utilizados por los agentes, esgrimiendo armas de fuego y utilizando radiotransmisores en sus comunicaciones.

Mientras parte del grupo actuaba en el interior del domicilio, otros integrantes permanecían en el exterior ejerciendo funciones de vigilancia y protección. Cuando conseguían su objetivo, maniataban a las víctimas, las encerraban en alguna habitación para evitar que pudieran alertar a la policía y abandonaban el lugar.

Los investigadores descubrieron que el grupo estaba asentado en la ciudad de Zaragoza. Además, disponían de un piso franco en Madrid que utilizaban para programar su actividad delincuencial, perpetrar los asaltos en la comunidad madrileña y provincias limítrofes, así como para guarecerse tras cometer los robos.

Tras someter el grupo a una intensa vigilancia, los agentes obtuvieron información sobre el modus operandi, los vehículos utilizados y el que sería el último plan de los asaltantes. Se encontraban vigilando a un ciudadano colombiano residente en la localidad de Leganés (Madrid), realizando seguimientos sobre su vehículo e informándose sobre los lugares que frecuentaba, con la finalidad de determinar su domicilio.

Las pesquisas mostraron que el grupo ya había llevado a cabo las labores precisas para el asalto al domicilio de esta persona, hallándose en disposición de cometerlo de manera inmediata. Por tal motivo y con el fin de evitar este hecho y cualquier otro de naturaleza delictiva, los agentes desplegaron un operativo, con apoyo de la UIP, que culminó con la detención de ocho personas. Asimismo una persona más fue arrestada días más tarde.

La investigación ha sido desarrollada por agentes de la UDYCO Central de la Comisaría General de Policía Judicial, de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Zaragoza y del puesto de Villacañas (Toledo) de la Guardia Civil. Para descubrir la “caleta” del vehículo donde se ocultaban las armas fue necesaria la intervención del GOIT de la Policía Nacional.

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