Fallecen 2 jugadoras de voleybol del club EMEVE de Lugo

Comunicado remitido por el club de voleybol Leganés

Ayer fallecieron Iris y Aída, jugadoras del club voleibol Emeve de Lugo, al estrellarse el autobús del equipo que las conducía a apoyar a sus compañeros en la final del campeonato de España masculino; acababan de aterrizar ellas en Santiago de Compostela, tras su participación en el campeonato de España Femenino que se celebró en Las Palmas.

La noticia apareció en todos los telediarios y prensa nacional.

"Mientras los 13 miembros del COI que juzgarán si somos meritorios de organizar los Juegos Olímpicos en 2016 aterrizaban en Madrid, la familia del deporte en general y del voleibol en particular llorábamos esta terrible pérdida.
Dentro de 3 años volveremos a ver unas olimpiadas y esperemos que dentro de 7 las veamos de nuevo en España, y podamos homenajear a Iris y Aída. Ellas representan todos y cada uno de los valores olímpicos y muchos más, fallecieron en un acto tan noble como el compromiso con sus compañeros y amigos de club, del club que las ha formado como jugadoras y personas, y que nunca se sobrepondrá del todo a su pérdida.

Eran autenticas trabajadoras del deporte, al igual que lamentamos a menudo los accidentes laborales, este accidente se produjo trabajando por el deporte, el deporte de base que son los cimientos de ese deporte perfecto y plástico que vemos cada cuatro años en los Juegos Olímpicos.

Conozco bien a este tipo de maravillosas deportistas, tras 10 años entrenando equipos femeninos de voleibol, puedo identificar perfectamente sus valores y como eran. Puedo ver perfectamente cómo se levantaban cada mañana con la ilusión de que llegaran las 6 de la tarde y asistir al entrenamiento diario, después de estudiar o trabajar; y allí, aunque cansadas después de su jornada de trabajo: sudar, correr, luchar, esforzarse al máximo, por ser cada día un poquito mejor jugadora, sin esperar nada a cambio.

Conozco bien lo que es sacrificar tiempo, familia y amigos por un deporte que no te reporta ningún beneficio económico pero que te enseña los valores más importantes de la vida. No hay otro deporte que te aporte esas dosis de compañerismo, trabajo en
equipo, disciplina y deportividad, y al final sientes que tus compañeros/as de equipo son como tu familia.

Conozco bien lo que es coger un autobús a las cinco de la mañana, y ver las caras de sueño de las chicas, recorrer 600 kilómetros para jugar un partido, que seguramente perderás de lo cansadas que están, volver a subirte al autobús y tras deshacer esos 600 kilómetros regresar de madrugada a casa con las chicas echas polvo, más por la derrota que por el esfuerzo, pero que están deseando que llegue el lunes para volver a entrenar y mejorar un poco más.

Es indescriptible la sensación de ver a las chicas entrar por la puerta a cada entrenamiento, con ganas de darlo todo por el deporte, por su deporte. Y es durísimo ver la escasa recompensa que obtienen por ello. Habitualmente ellas sólo quieren tener los medios dignos para practicar su deporte y cada vez lo tienen más difícil.
Seguro que Iris y Aída hubiesen cambiado todo el dinero del mundo, o de las becas ADO que podrían haber conseguido, por poder entrenar en unas buenas instalaciones, un buen material, viajar en avión en todos su viajes, alojarse en hoteles en los que descansar antes de los partidos, y ser por un día como los atletas que desfilan el día de la inauguración de los Juegos Olímpicos, y seguro que estos atletas han sido durante muchos años como Iris y Aída y lo entenderán.

Espero que todo el deporte español, sea capaz de homenajear a estas chicas como se merecen, autenticas heroínas del deporte. Y espero que los miembros del COE no se olviden de mencionarlas en la multitud de actos que celebrarán esta semana para que los miembros del COI nos concedan los Juegos Olímpicos, porque así, serán capaces de transmitir la sensibilidad y la capacidad de sacrificio de las mujeres de este país por el deporte, sus valores e importancia en sus vidas.

Pero sobre todo lo agradecerán los padres de Aída e Iris, que no podrán volver a verlas disfrutar de sus tardes de gloria en su pabellón polideportivo, lo agradecerán sus entrenadores y compañeras que no las verán entrar por la puerta delpabellón la tarde de lunes para volver a entrenar después de un duro viaje en el fin de semana y no sabrán cómo seguir adelante con tanto dolor; pero podrán sentir que no están solos y que en algo ha merecido la pena."

Antonio Vos
Club Voleibol Leganés.

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