El joyero se resistió más de 20 minutos antes de ser asesinado

No fue rápido ni escatimaron la violencia. La muerte de Salam H. T., el joyero de Leganés que fue degollado el pasado sábado, 30 de agosto, en la trastienda de su establecimiento, llegó después de más de 20 minutos de una brutal agresión que terminó con un corte en el cuello.
Así lo han explicado fuentes de la investigación, que resaltan que, pese a la paliza, el propietario de la Joyería Venya, en la avenida de Fuenlabrada, se negó en todo momento a entregar a los ladrones el dinero y las joyas que le pedían.

Voces en la trastienda

Esos 20 minutos son los que transcurren desde las 10.05 de la mañana a las 10.25, que es el momento en el que los dos agresores abandonan tranquilamente el local y se dirigen, en autobús, hacia el centro de Leganés. En ese periodo de tiempo, los atracadores entraron al establecimiento, obligaron al joyero a ir a la trastienda, donde se encontraba la caja fuerte, y le golpearon una y otra vez para que la abriera. Ambos conocían las costumbres del joyero y habían estudiado el «golpe» durante semanas. Asimismo, conocían la distribución interior de la joyería.
La Policía Nacional investiga ahora si durante esos 20 minutos de retención en la trastienda, algún cliente intentó acceder a la joyería. No obstante, los agentes ya cuentan con el hecho de que nadie accedió al local, que sólo podía ser abierto desde el mostrador, que se encontraba vacío durante esos minutos.

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